Este título, como sabemos, está tomado de un verso de R. Darío referido a la juventud como divino tesoro .Se ha cambiado la denominación por la de igualdad que está actualmente poniéndose en cuestión.
Uno de los preceptos más citados de la Constitución ha sido, sin duda, el artículo 14 que propugna la igualdad de todos los ciudadanos sin distinción de raza, sexo, religión. Parece que los tiempos están cambiando y se difunde la idea de tratar mejor a los ciudadanos de una determinada Comunidad. Igualmente el art. 10.2 consagra la obligación de los poderes públicos de promover la igualdad de los individuos y los grupos.
En relación a lo expuesto conviene recordar además, como ejemplo de solidaridad , la promulgación en Extremadura de la ley, de Cooperación y Solidaridad Internacional en la que se establecía la declaración contenida en el Preámbulo de la Constitución Española, exponiendo la voluntad de colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas de cooperación entre todos los pueblos. Se establecía en esta norma la exigencia ética colectiva que incluía acciones de cooperación para el desarrollo de todos los países a través de la contribución activa, así como la coordinación internacional con la política del Estado y del resto de cooperantes y las actuaciones de la sociedad civil, contando con el voluntariado, como se determina en su Exposición de Motivos. El Estatuto de Autonomía también había reconocido la planificación de actuaciones para sensibilizar a los ciudadanos acerca de la necesidad de participación interterritorial.
Para su ejecución se creó la Agencia Extremeña de Cooperación internacional para el desarrollo, AEXCID, como Agente importante de cooperación española para el desarrollo, recordado que el mundo sufre actualmente graves crisis por las variaciones del clima y transformaciones de carácter social y económico planteándose problemas comunes, con independencia del lugar en el que se produzcan, aunque los retos sean distintos. Por todo ello se hizo necesaria la renovación del marco normativo al tiempo que se manifestaba la conveniencia de reforzar los instrumentos de participación para dar respuestas estratégicas desde la cooperación de Extremadura, una tierra fértil y unos ciudadanos con inquietudes sociales de gran calado.
La Ley tenía por objeto establecer en esta Comunidad el régimen jurídico aplicable en materia de cooperación para el desarrollo y solidaridad conteniendo los principios de igualdad de todos los pueblos del planeta y reconocimiento del ser humano como sujeto de derechos y dignidad.
Respecto a los modelos de desarrollo social, económico y político señalados específicamente en esta Norma, se señalaba la exigencia de no discriminación por razón de sexo, género, religión, edad, orientación sexual, de tal forma que nadie pueda quedar marginado, disminuido, estableciéndose un Plan General de carácter quinquenal para la aplicación de los principios fundamentales que tenían por objeto conseguir el normal y pacífico desarrollo de todos los pueblos.
Es necesario tener en cuenta este ejemplo, ya que actualmente estamos en presencia de un planteamiento discriminatorio que no acepta este contenido de cooperación, considerando que unas regiones o comunidades son distintas, superiores a otras. En Cataluña se pretende por algunos grupos humanos, una mayor protección a esta comunidad alegando que ha aportado mayores cantidades al acervo común. No todos los habitantes de la región catalana son partidarios de esta discriminación que afecta a más de cuarenta millones de habitantes. Se oponen muchos españoles, que recuerdan que hay que agradecer y resaltar la colaboración que esta región ha recibido de los ciudadanos de otras comunidades, especialmente de Murcia, Andalucía y de Extremadura en épocas de baja economía, que en graves inundaciones, en otras calamidades y circunstancias adversas han contribuido con su esfuerzo y dedicación al desarrollo de esta bellísima tierra, sin ningún problema ni fisura alguna en el trato que tuvo lugar por ambas partes.
No puede comprenderse que en estos tiempos de mayor nivel económico, conseguido precisamente por la colaboración de muchos españoles, se pretenda un trato de favor en cuanto a la recepción de mayores aportaciones a una Comunidad que al resto del país, fragmentando la unión fiscal de un gran colectivo que siempre se ha desenvuelto con cordialidad y sobre todo con respeto a la igualdad tan necesaria en la convivencia pacífica.
LA AUTORA ES ACADÉMICA CORRESPONDIENTE DE LA REAL ACADEMIA DE JURISPRUDENCIA Y LEGISLACIÓN