Pasados ya diez días desde que se celebraron las elecciones generales del 10N, Pedro Sánchez y Pablo Casado tienen que comportarse como hombres de Estado dejando atrás sus egos e intereses personales y partidistas, tanto más como los de sus equipos y prejuicios ideológicos.
Los dos grandes partidos demócratas y constitucionales de España tienen que llegar a un pacto de Estado que permita un gobierno sin dependencias de los extremos ni de los independentistas, bien con una gran coalición, bien con una abstención esto es posible.
Y es posible porque lo es en Italia, lo es en Alemania; y lo es en muchos otros países de la Unión Europea y si esto es así ¿por qué no va a ser posible en España?
Es mucho más lo que une a las ideologías y pensamientos que se mueven desde la Izquierda a la Derecha, pasando por el Centro, e incluso por el Centro derecha y el centro izquierda que lo que pueda acercar a la Izquierda con la Extrema izquierda, que no es constitucionalista, o a la Derecha con la Extrema derecha, seamos claros: Ambos extremos están fuera de la Constitución, de la concordia entre españoles por encima de diferencias y cuestionan la superación pactada de uno de los peores episodios de nuestra historia. De la misma forma es impensable siquiera sopesar la lealtad constitucional de los que quieren destruir España.
Pacten un pacto de una vez, que Pedro se olvide de Pablo y de dar la lata a la militancia, como siempre a posteriori, es ya el tiempo para que los dos grandes partidos, gobernando uno y llegando a acuerdos el otro se hagan las cosas que necesitamos:
– Un presupuesto
– La reforma de la Ley Electoral
– La reforma del Código Penal
– La reforma del sistema de pensiones
– El perfeccionamiento del Estado Autonómico
Pacten estas cuestiones y otras que también serán necesarias y con el marco normativo resuelto podrán venir elecciones en las que cada uno establezca sus ofertas y perfecciones…exactamente igual que ocurre en Italia o en Alemania ¿por qué no? España es una gran nación de Europa, una de las democracias más avanzadas de occidente, pero mientras nuestros políticos, los de los grandes partidos constitucionales que amparan nuestras libertades, no lleguen a estos acuerdos tendremos y tenemos una asignatura pendiente para nuestra perfecta homologación con nuestro entorno, ellos lo hacen y nosotros tenemos que ser capaces de hacerlo, sin complejos y prejuicios.
El Parlamento de Europa ha condenado cualquier expresión de totalitarismo y sus crímenes: el comunismo, el marxismo, el leninismo, el nacionalsocialismo, el fascismo y el franquismo están fuera del marco de libertades y de la democracia tal y como la entienden la mayoría de los españoles; no caben pactos a un lado y al otro con quien se declare como tal o asuma su nombre e ideología, el campo de juego está marcado; no cabe denunciar a unos y relajarse con los otros.
Es claro. Europa tampoco permite los independentismos sectarios, racistas y segregacionistas, no existe el derecho de autodeterminación para quienes dicen ser naciones sin haberlo sido nunca, queden fuera del pacto y queden fuera del marco político nacional en una más justa y equilibrada Ley electoral, podrán tener su presencia regional y local, pero la nacional es otra cosa…en Alemania hay que pasar el corte del 5% ¿Acaso no son demócratas los alemanes?
No seamos tontos por favor.
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