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Ir al pueblo, pasar tiempo en familia y hacer nuevos amigos: el mejor cuadernillo de verano para los niños

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  • Muchos padres que no pueden dedicar demasiado tiempo a sus hijos durante el año aprovechan las vacaciones para hacer esfuerzos e “intensivos” de educación con el objetivo de recuperar el tiempo perdido Los estudiantes españoles emplean una media de 6,5 horas a hacer deberes, según los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) situando a España como el quinto país en el que más tareas escolares se hacen
  • No todos los niños deberían hacer el mismo volumen de deberes, ni aquellos con peores resultados académicos tienen que estar sometidos a mayores esfuerzos

niñosLas vacaciones de verano de los escolares han comenzado y quedan por delante más de dos meses para disfrutar del tiempo en familia, la playa, el pueblo, las excursiones al campo y la montaña… El verano es una etapa que promueve las escapadas al aire libre, las relaciones sociales y los cambios de entorno, actividades que, por lo general, favorecen a grandes y pequeños. Para no romper con la actividad educativa, muchas familias apuestan por introducir cierta dosis de aprendizaje y actividades formativas durante el periodo vacacional a través de los cuadernitos de verano y con clases de refuerzo. Sin embargo, los expertos de TopDoctors.es advierten de que “el verano ofrece muchas oportunidades de aprendizaje fuera de los libros escolares y es una etapa para aprender de la vida y disfrutar del descanso”, asegura la Dra. en Psicología Sandra Farrera, miembro de Top Doctors.

Muchos padres hacen esfuerzos educativos durante las vacaciones para compensar la falta de tiempo que dedican a sus hijos durante el curso

Los “deberes” son tareas de refuerzo a las que los niños y adolescentes emplean gran cantidad de horas durante el curso escolar. De hecho, datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señalan que España es el quinto país en el que más deberes se hacen, empleando una media de 6,5 horas a esto, mientras que en países como Italia o Dinamarca directamente han desaparecido. Por ello, los expertos aseguran que cargar a los niños durante las vacaciones de verano con deberes es algo que se debe evitar o, por lo menos, dosificar para evitar una posible fatiga. “Muchos padres no pueden dedicar demasiado tiempo a sus hijos durante el año. Y cuando llegan las vacaciones sienten que es el momento de hacer esfuerzos e “intensivos” de educación, para recuperar el tiempo perdido”, comenta la Sra. Mía Ibáñez Bordas, psicóloga y miembro de Top Doctors.

Los cuadernillos de verano no son una “penalización” por malas notas

Los cuadernitos de verano deben ser una herramienta para repasar lo aprendido durante el curso. Pero no todos los niños deberían hacer el mismo volumen de deberes, ni aquellos con peores resultados académicos tienen que estar sometidos a mayores esfuerzos. “Hay familias que tienen un niño a quien le cuesta más aprender y justamente quieren ayudarle con deberes o le dan los deberes como penalización por no haber rendido suficiente. Sin embargo, a ese tipo de niños lo que mejor le viene es jugar” asegura la Sra. Ibáñez.

Consensuar con los más pequeños las actividades educativas a hacer durante el verano es una de las mejores opciones para que disfruten aprendiendo, a través, por ejemplo, de un diario de verano en el que expliquen cada cosa que hagan y añadan fotos, dibujos, entradas o tickets. En definitiva, un diario lleno de actividades diferentes y creativas. “Es importante descubrir las curiosidades y las inteligencias de los niños para diseñar el listado de actividades que más y mejor le convienen. Los deberes no deben en ningún caso ir en contra del menor, sino a su favor. Leer cuentos, visitar museos, hacer juegos de mesa o hacer pulseras. Todo ello se puede plasmar en el diario, lo que les motivará a querer añadir más cosas constantemente”, afirma Ibáñez.

Un mes entero de desconexión y descanso

Descansar y desconectar de la rutina ayuda a grandes y pequeños a reponernos del trabajo. Cargar a un niño de actividades no necesariamente es sinónimo de mayor o mejor calidad de aprendizaje. “Es beneficioso para la salud física y mental dejar un periodo mínimo de un mes para no hacer ningún tipo de deberes”, asegura la Dra. Russi Delfraro, Neuróloga Infantil, y miembro de Top Doctors. “El mes de septiembre, suele ser un mes de transición, para hacer repaso de lo aprendido. Por lo que, para la mayoría de los niños sin problemas de aprendizaje, con ese periodo es suficiente para retomar el ritmo” asegura.


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