El actual equipo de gobierno la ha trasladado desde el Museo Municipal de ‘La Casa Mirón’, donde ha estado guardada durante los últimos años, hasta el Palacio de la Isla.
Se trata de una pieza escultórica que representa a San Jorge montado a caballo y que data cronológicamente del siglo XVII, cuyo propietario es el Ayuntamiento.
» Este equipo de gobierno va a velar siempre por el patrimonio histórico y artístico de la ciudad, por lo que no consideraba oportuno que esta estatua continuara embalada en el museo de la Casa Mirón. Este museo está cerrado actualmente y se reabrirá a lo largo de la legislatura», ha señalado la concejala de Turismo y Patrimonio Histórico, Raquel Preciados.
Preciados considera además que la figura de San Jorge es tan relevante para todos los cacereños, ya que representa a su patrón, que debe ser expuesta para el disfrute de todos los vecinos de la ciudad y de los visitantes.
Simbología e historia de la escultura
La escultura de San Jorge atesora una gran simbología para Cáceres, pues era utilizada para presidir los actos públicos y religiosos que realizaba la Corporación Municipal. Así mismo, el día de su festividad, era trasladada a la Concatedral de Santa María en procesión.
Por su reducido tamaño ha ocupado diferentes lugares en el Ayuntamiento. En 1994 fue restaurada por primera vez y traslada en 1999 al Museo Municipal para incorporarse al resto de piezas que formaban la colección expuesta; hasta el año 2015 en que el edificio fue cerrado al público por reformas.
En 2023 esta escultura es traslada al Centro de Restauración de Bienes Culturales de la Junta de Extremadura para ser restaurada por segunda vez y paliar los deterioros de conservación de la misma. En mayo es cuando regresa a nuestra ciudad embalada y depositada de nuevo en la Casa Mirón.
Características únicas
La escultura de San Jorge es una imagen de las denominadas de bulto redondo. En comparación con otras esculturas del santo, el martirizado caballero está mirando hacia el lado izquierdo, mientras que en las representaciones habituales del santo lo hace hacía la derecha. Representa a San Jorge a caballo venciendo al dragón; en este caso con una factura bastante elemental y popular. Es de madera policromada, mide 100 x 53 x 30 cm, manteniéndose sus vivos colores originales. El santo luce melena en largos mechones cubierta por un casco, viste una camisa de puños y cuello abollonados sobre la que lleva una armadura entre medieval y romana, cruzada por una banda, con una larga espada al cinto y grandes botas con espuela. Eleva su lanza a modo de estandarte victorioso, montado sobre un caballo torpe y rígido. Bajo sus patas, el dragón semeja un gran odre verdoso, de anatomía bastante descuidada y rasgos simiescos en la cabeza.
Cabe decir que la lanza no está partida, es una lanza corta, pues tiene el extremo redondeado y que los dos orificios que tiene la figura del dragón en el vientre no es para que encaje la lanza, pues por la trayectoria de la misma es imposible, sino para su sujeción a una andas o similar pues se advierte señales de tuerca.
Según los investigadores que han estudiado la talla históricamente, han indicado que se trata de “una escultura que mantiene la ingenuidad, encanto y frescura de las obras de carácter popular propias del siglo XVII”, de procedencia y autor desconocidos.