
Así se ha puesto de manifiesto en la reunión presidida hoy por la vicepresidenta de la Junta de Extremadura y consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, quien ha trasladado al sector las novedades del Decreto Ley del Fomento del Juego Responsable de medidas urgentes para ese fin y la orden que regula el bingo mix.
La vicepresidenta ha matizado que no se puede obviar que se trata de un sector regulado y que la Administración regional debe garantizar la seguridad jurídica.
Durante el encuentro, según ha explicado la vicepresidenta, ha tenido lugar un amplio y rico debate sobre las cuestiones atendidas en el decreto-ley y sobre su posterior desarrollo parlamentario, materia para la que los asistentes se han emplazado a una próxima reunión.
Asimismo, el Ejecutivo extremeño se ha comprometido a instar a la Administración del Estado, competente en algunos ámbitos, para que culmine una regulación que amplíe el compromiso que ya existe en la región respecto a la protección de menores, jóvenes y personas vulnerables.
En este sentido, Blanco-Morales ha explicado que la Junta de Extremadura realiza desde hace tiempo campañas de prevención, de acompañamiento y de sensibilización para menores, jóvenes y familias sobre un juego responsable.
La Junta de Extremadura fomenta que los ciudadanos sean responsables y estén acompañados por una Administración comprometida que previene, asiste, inspecciona y sanciona cuando se producen conductas ilegales.
Por último, la titular de Hacienda ha realizado un llamamiento a las familias para que conozcan los recursos que la Administración pone a su disposición en el ámbito de la prevención.
POLÍTICA INTEGRAL DE JUEGO RESPONSABLE
El Decreto-ley de medidas urgentes para el Fomento del Juego Responsable en la Comunidad Autónoma de Extremadura, aprobado en el Consejo de Gobierno del 5 de febrero, desarrolla una política integral de juego responsable que compromete a Administración y empresas a promover acciones preventivas y de reparación de los efectos negativos.
Los objetivos que persigue esta nueva normativa son proteger a los sectores más vulnerables, especialmente a menores, jóvenes y adolescentes; evitar hábitos y conductas patológicas; garantizar la defensa de los consumidores; y reducir, diversificar y no fomentar el hábito de juego.
En este sentido, el decreto-ley establece distancias mínimas entre establecimientos de juego en núcleos urbanos de 250 metros y respecto a centros de educativos de 300 metros; recoge que la recaudación de las sanciones revertirá en actuaciones de asistencia en esta materia; y otorga a la Policía Local la función de autoridad de juego.
En el ámbito de la publicidad, deberá cumplir con los principios del juego responsable y advertir de que la práctica de juego puede producir ludopatía, así como promover los mecanismos de prohibición en equipaciones, instalaciones, patrocinio o similares de todo tipo de apuestas deportivas.






