La consejera ha señalado que aunque el dato favorable es que la mortalidad en las carreteras extremeñas en un solo año se haya reducido a la mitad, “cada fallecido en carretera es una tragedia”, por lo que resulta necesario seguir insistiendo en desarrollar políticas viales desde un “enfoque global e integrado”.
En total, en Extremadura se registraron 1.495 accidentes, de los que 351 resultaron con víctimas, igual que en 2017, de los que 13 fueron accidentes con víctimas mortales y 13 fallecidos.
Por provincias, 209 accidentes tuvieron lugar en la provincia de Badajoz, con 9 accidentes mortales y 9 fallecidos. Y en la provincia de Cáceres, 142 accidentes con víctimas, 4 de ellas mortales.
La mayoría de los accidentes se produjeron en una salida de vía, el 60%, mientras que por colisión responde el 26% de los casos y un 9% por atropellos a peatones.
El factor humano está detrás de la inmensa mayoría de los accidentes, ha señalado la consejera, ya que 9 de cada 10 accidentes están vinculados a distracciones, velocidad inadecuada, o al cansancio, dado que la mitad de los conductores no para a descansar.
En este sentido advierte que un exceso en el tiempo de conducción puede generar fatiga y distracciones, aumentando el riesgo de sufrir o provocar un accidente.
“El no utilizar el cinturón de seguridad, conducir bajo los efectos del alcohol o drogas o con el móvil al volante, no llevar el casco en la moto… son distracciones que provocan accidentes y desgraciadamente en muchos casos la muerte; por el contrario, un simple gesto, como ponerse el cinturón, el casco, guardar el móvil, salva nuestras vidas en la carretera”, resume.
Asimismo, la titular de Economía e Infraestructuras ha manifestado que la siniestralidad vial es un fenómeno que “afecta intensamente al conjunto de la sociedad, por los importantes costes directos e indirectos que conlleva. Por ello, su análisis no puede ser simple ya que hay que tener en cuenta muchas variables como el vehículo, el conductor, la vía, la vigilancia o la legislación”.
Olga García ha destacado igualmente la implicación de todas las partes que intervienen en la seguridad vial de las carreteras: agentes del Cuerpo y Fuerzas de la Seguridad del Estado, servicios sanitarios, el 112, y los profesionales de la seguridad activa y pasiva de las carreteras, además de la concienciación de los ciudadanos.
En su opinión, es una tarea compartida entre varias administraciones, que se aborda desde un enfoque global e integrado, con especial incidencia en la educación, la concienciación, la prevención y la vigilancia.