La XXXIV edición del Festival de Teatro Clásico de Alcántara comienza este jueves dos de agosto y se prolongará durante siete días, hasta el 8 de agosto.
Este evento viste de fiesta todos los rincones de la localidad. El escenario principal, situado bajo la Galería de Carlos V del Conventual de San Benito, estrena diseño con una disposición similar a la de otros grandes festivales como el de Mérida, que permite a los espectadores una visión completa de la impresionante arcada de tres alturas.
El pregón lo pronunciará el profesor de la Universidad de Salamanca Ramón García Gómez, uno de los grandes expertos en la historia de Alcántara. Tras él, la primera representación será ‘Mestiza’, un texto de Julieta Soria, dirigido por Yayo Cáceres (Ron Lalá) y protagonizado por Gloria Muñoz y Julián Ortega. El espectáculo, que ha obtenido un gran éxito de crítica y público en Almagro, recrea el encuentro entre Francisca Pizarro, hija del conquistador, y Tirso de Molina. Esta obra de teatro refleja el carácter femenino y feminista que la nueva dirección ha querido infundir al Festival. «Hemos querido traer a Alcántara algunas de las tendencias claras que protagonizan la actual producción teatral -explica Fernando de Luis-Orueta, director del Festival-.» Y el protagonismo de las mujeres en las propuestas teatrales es innegable».
En los siguientes días le tomarán el relevo ‘Las mujeres sabias’, de Molière, que tendrán más capacidad de decisión que nunca en esta versión musical de Andrés Alemán y Manuel Soler Tenorio; y los ‘Desengaños amorosos’ de Nando J. López dirigidos por Ainhoa Amestoy, basados en las novelas de la escritora del siglo XVII María de Zayas, repletas de mujeres fuertes, que no se rinden.
Será ésta una edición en apariencia clásica, con títulos tan incontestables como ‘Otelo’, ‘El Rey Lear’ o ‘La Celestina’, pero con montajes que nos traen a la actualidad. Así, el ‘ enlared’ de El Aledo Teatro traslada la tragedia de Shakespeare a una clase de nuestros días donde se sufren, como en tantas, el ‘bullying’ juvenil. Los clásicos nos hablarán también de nueva cocina, así lo hará ‘Casa O’Rei’, de Ibuprofeno Teatro, que se verá por primera vez en castellano, y nos cantarán en flamenco, con el ‘Calixto’ de Laura Gª Cáceres y Jorge Peralta.
Los amantes del teatro también tendrán la oportunidad de disfrutar de los versos descarados del ‘Cyrano de Bergerac‘ de José Luis Gil, que se calza la nariz del clásico francés, papel que le ha valido el Premio Teatro Rojas 2018 a Mejor interpretación masculina. Será la primera vez que se represente en Alcántara el famoso texto de Edmond Rostand.
Pero el Festival no se vive sólo en el Conventual. Como en ediciones anteriores, durante estos siete días las calles de Alcántara se llenarán de teatro, música y cultura. La Biblioteca de Alcántara se convertirá en el Paraíso terrenal gracias a ‘Vooyeur’, que ya ha agotado sus plazas; la Iglesia de San Benito acogerá el recital ‘Uniendo las piezas’, un recorrido por las vanguardias de la comedia musical con dirección y versiones del propio director del Festival, Fernando de Luis-Orueta, e interpretado por la soprano Eider Esnaola y el pianista Sergio Villegas; y los más pequeños podrán disfrutar del teatro de títeres con los ‘Animales’, de la compañía El Retablo, espectáculo premiado en varios certámenes de teatro de títeres y para niños.
Además, pasacalles, exposiciones, visitas teatralizadas, actividades infantiles, talleres y un mercado gastronómico-artesanal completan una programación en la que participarán diversas instituciones y asociaciones de Extremadura y de la misma Alcántara, que un año más se volcará con el Festival.
La XXXIV edición del Festival de Teatro Clásico de Alcántara estrena equipo. La Tropa Produce será quien organice el certamen bajo la dirección de Fernando de Luis-Orueta, con César David Carrón como programador.
El Festival también estrena una nueva identidad gráfica con un anagrama en forma de «A» conformada por los arcos del teatro y del puente, elementos clave de la arquitectura de Alcántara. El cartel de esta edición está protagonizado por un collage de una simpática mascota ataviada con el cuello lechugero ‘cervantino’, el bigote ‘daliesco’ y la peineta como elemento empoderador femenino en contra de lo que marcan los cánones tradicionales.
