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La vuelta al cole tras el coronavirus, un auténtico desafío

La comunidad educativa se enfrenta al temario más complejo de su historia. La COVID-19 supone un desafío educativo para administraciones, docentes, alumnos y familias. Nunca se cursó una asignatura con tantas variables y conocimientos cambiantes. Ni teóricos ni prácticos. Los centros educativos no universitarios trabajan en una planificada vuelta a las aulas, incluyendo un plan de contingencia en caso de rebrotes, de acuerdo con el protocolo normativo dictado desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

Preservar la seguridad y salud de toda la comunidad educativa es la finalidad fundamental de la normativa gubernamental publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Estas medidas legales serán de aplicación estatal, aunque posteriormente cada Comunidad Autónoma la adaptará a sus circunstancias.

Esta situación también se dará en los centros educativos, que activarán sus propios protocolos de actuación. “La vuelta a las aulas supone todo un reto para la comunidad educativa”, reconoce Alberto Sorribas, administrador del Instituto Bonanova, dedicado a la formación profesional en el ámbito sanitario. Tanto este centro, como el resto de centros de formación de España (61.126 según datos oficiales) asumen que estas normas pueden cambiarse durante los próximos meses.

Contención del virus: un trabajo de grupo

La evolución que adquiera esta pandemia determinará cómo se gestionará el regreso a las aulas. De momento, desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional se estima que todos los alumnos (pequeños y mayores) regresen a sus pupitres a comienzos del mes de septiembre e inauguren el curso 2020-2021.

Una vuelta a las aulas que supondrá el estudio de una nueva asignatura: COVID-19, cuyos aspectos más básicos se centran en la higiene y limpieza. “No habrá riesgo cero, tampoco habrá centros libres de virus y habrá que actualizar permanentemente los protocolos de actuación”, asegura Vanessa Serrano, gerente de la empresa de consultoría especializada en sistemas de gestión, durante un encuentro digital organizado por la Fundación Bankia por la Formación Dual.

Docentes, alumnos y familiares no solo tendrán que acostumbrarse a una nueva serie de hábitos, sino que deberán afrontar ciertos cometidos específicos en la contención del virus. “La responsabilidad de los centros educativos estará centrada en la limpieza y desinfección de las instalaciones, así como la ventilación, organización de los movimientos de los alumnos y personal docente, escalonamiento de entradas y salidas, buscar nuevos sitios donde dar clases, dotar de materiales de protección a los profesores e informar de estos y otros consejos a aplicar”, indica Vanessa Serrano.

Informar en caso de contagio

Los docentes, asimismo, “deberemos controlar que no haya aglomeraciones, que se cumplan las medidas necesarias de protección de contagios y saber qué plan de contingencia debe aplicarse en caso de algún contagio”, reconoce Alberto Sorribas.

Y tanto padres como alumnos deberán conocer esas nuevas normas y aplicarlas. “Todos debemos estar responsabilizados ante esta nueva situación”, resume Alberto Sorribas, quién también desvela otro aspecto a considerar en esta nueva asignatura: “tanto profesores, como alumnos y padres deberemos informar (a través de una declaración de responsabilidad) de cualquier caso de contagio, porque de esta manera evitaremos que haya más casos”.

Asimismo, cualquier persona de la comunidad educativa en situación de riesgo deberá ausentarse de acudir al centro educativo y el personal administrativo no necesario continuará teletrabajando. Tampoco hay ninguna norma de realizar estudios específicos de prevalencia en colegios, como sí se realizarán en Alemania, Noruega o Reino Unido.

Impulso digital a la educación

Desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y el Ministerio de Educación y Formación Profesional también se trabaja en un plan de contingencia en caso de detectarse rebrotes en los centros o en la sociedad en general. “Aunque existen unas guías oficiales, que van actualizándose, es recomendable que cada centro tenga su propio protocolo de contingencia, y darlo a conocer a todos los implicados para saber cómo hacer frente a cualquier imprevisto”, indica Vanessa Serrano.

Y entre esos posibles imprevistos está una posible vuelta a la formación online. “Hemos aprendido sobre la marcha y ahora debemos hacer una formación entre todos para tratar de homogeneizar los métodos de enseñanza y ser más eficaces en caso de no dar clases presenciales”, precisa Alberto Sorribas.

Una situación que descubrió otro problema de la educación en España: la brecha digital. No todos los centros educativos están preparados para continuar con clases online ni todos los alumnos tienen el mismo acceso a las nuevas tecnologías. Por este motivo, el Ministerio de Educación y Formación Profesional ha impulsado el programa Educa en Digital, centrado en la transformación digital de la educación en España.

Publicado por Bankia