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Los grandes empresarios reclaman al Gobierno consenso, facilitar las inversiones y seguridad jurídica

Ana Botín, Juan Roig y Pablo Isla coinciden en señalar que la prioridad es mantener y generar empleo, evitando su destrucción

 

La CEOE reúne desde este lunes y hasta el 24 de junio a los máximos dirigentes de las principales empresas españolas en una cumbre telemática para plantear sus propuestas para reconstruir el país tras a pandemia y afrontar la crisis económica. El presidente de la confederación, Antonio Garamendi, ha inaugurado el evento organizado por la patronal destacando el «compromiso con España» de todos los empresarios, que quieren «sumar» en el proceso de reconstrucción económica tras la epidemia de coronavirus. Los grandes empresarios han coincidido en líneas generales en reclamar al Gobierno consenso, facilitar las inversiones y seguridad jurídica, pero también han insistido en la importancia de un plan para conservar y crear empleo, evitando a toda costa su destrucción.

«Diremos lo que pensamos que es mejor para nuestro país», ha advertido Garamendi durante la inauguración del foro «Empresas españolas liderando el futuro», aunque haya «gente que no nos entienda».

Los empresarios acuden así a esta cumbre «sin precedentes» con lealtad institucional pero también «con independencia», porque el objetivo es la reconstrucción «económica y social» del país, a la que acude con espíritu constructivo.

En la inauguración ha participado el presidente de Inditex, Pablo Isla, quien ha coincidido en destacar la «responsabilidad» con la que las empresas afrontarán la crisis de «enorme magnitud» y «complejidad muy grande» que va a atravesar España.

No existen «soluciones fáciles ni mágicas», ha advertido, sino que el plan de recuperación es «complejo y va a exigir mucha disciplina, audacia, madurez» y un «comportamiento de muchísima responsabilidad por parte del Gobierno, de los partidos políticos, de las empresas de los sindicatos y de los ciudadanos».

Isla ha afirmado que es necesario «huir de dogmatismos e ideas preconcebidas» en las medidas para salir de la crisis y ha apelado a «buscar consensos», garantizar la seguridad jurídica, «no desmontar» lo que estaba funcionando -en referencia a nuevas «rigideces» en el empleo- y «no descafeinar antes de tiempo» medidas como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o los avales a empresas «que están ayudando a que no se destruya el tejido empresarial«.

Por su parte, el presidente de Mercadona, Juan Roig, ha considerado que para avanzar en la recuperación es necesario eliminar trabas burocrática, facilitar las inversiones finalistas, garantizar la seguridad jurídica y «que la sociedad vea» que las empresas son «generadoras de riqueza y bienestar».

Roig ha subrayado que tras la crisis sanitaria se aproxima una etapa «muy muy muy dura económicamente» para la que hay que estar preparados, al tiempo que ha agradecido el trabajo durante los últimos meses de sus empleados y proveedores «aunque a veces no tuviéramos todo el papel higiénico», ha bromeado.

De cara al futuro, Roig se ha comprometido a abrir las tiendas de la cadena «todos los días», mantener la inversión prevista de 1.700 millones en la transformación de la compañía, así como otros proyectos como la final de la liga ACB o el apoyo a emprendedores.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha pedido «acelerar» a 2025 la ‘hoja de ruta’ para la próxima década que representa el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del Gobierno para el despliegue de capacidad de renovables, ya que supondría una inversión de más de 32.000 millones de euros y generaría 90.000 empleos, «especialmente en los ámbitos rurales».

Galán advirtió de que esta medida tendría «un efecto inmediato en la economía», ya que aumentaría la competitividad, reduciría la dependencia energética exterior, mejorando la balanza de pagos y reduciría las emisiones, todo ello, «sin suponer presión en las cuentas públicas».

Así, puso en valor el papel «clave» de electrificación para la recuperación económica, dado que el sector eléctrico es uno de los que «mayor efecto arrastre ejerce». «Por cada empleo interno generado, se generen 12 en sectores como la construcción, la fabricación de bienes de equipo, los servicios de ingeniería o instalación o la máquina herramienta», añadió.

Ana Botín pide ayudar al turismo

Por otro lado, la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, considera que crear políticas consensuadas que permitan a las empresas invertir y generar empleo, apoyar la temporada turística para afrontar con mejor forma el otoño y contar con un plan de ayuda de compra de vivienda para jóvenes son las principales líneas de actuación para hacer frente a la situación.

Para la presidenta de Banco Santander, la prioridad del Gobierno, de la iniciativa privada y de los agentes sociales debe ser mantener y generar empleo, evitando su destrucción permanente. Aún quedan unos 6,5 millones de personas paradas, casi la mitad por un ERTE. «Debemos ser capaces de crear una oportunidad para este colectivo y que consiga un puesto de trabajo digno», ha indicado Botín.

«Cualquier iniciativa política publica debe someterse a examen. ¿Va a ayudar al tejido empresarial y a crear empleo? Si la respuesta no es rotunda, hay que replantearla«, ha subrayado, al tiempo que ha añadido que las políticas deben ser de Estado, en las que todos estén de acuerdo y que permitan avanzar hacia un pacto de reforma de los mercados.

Además del empleo, Botín ha hecho hincapié en la necesidad de apoyar al turismo, un sector que representa el 12% de la economía española. «Tiene que conseguir una buena temporada turística que nos haga más fuertes de cara al otoño», ha dicho. La banquera cree que se puede lograr con un modelo de turismo sostenible y ecológico, y ha asegurado que algunos empresarios del sector ya tienen planes en este sentido.

Además, ha apuntado a un plan de ayuda de compra de vivienda para jóvenes, ya que muchos menores de 35 años están desempleados o tienen contratos precarios. «Así no pueden empezar una vida autónoma», ha dicho. El proyecto al que se refiere, que ya se ha empezado a hablar con el Gobierno, eliminaría entre otras cosas la barrera de aportar un 20% o un 25% del precio de inmueble.

El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, dice echar en falta un Tesoro único como en Estados Unidos para hacer frente a la crisis generada por el coronavirus, pero ha calificado de «pequeño embrión de unión fiscal» al paquete presupuestario puesto encima de la mesa por parte de la Comisión Europea.

«Se echa en falta que la Unión Europea no sea un poco como en Estados Unidos, que disponga de un Tesoro único, no solo de un Banco Central Europeo (BCE)», ha señalado el presidente de la entidad catalana.

No obstante, ha alabado el paquete de gran tamaño presentado por la Comisión Europea y que está pendiente de obtener el visto bueno del Consejo. Este apoyo presupuestario, que ha tachado como de pequeño embrión fiscal, pide que sea concebido como un paquete de solidaridad necesario dada las interdependencias económicas de todos los países del Viejo Continente.

El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, ha resaltado la importancia de que España cuente con una fiscalidad eficiente que dé certidumbre sobre su compromiso con la estabilidad presupuestaria y sobre las reglas del juego a medio y largo plazo, al tiempo que dirige las políticas públicas hacia el fomento de la iniciativa privada.

En su opinión, es necesario el mayor consenso público y privado para implementar reformas duraderas, empezando por la educación. En el ámbito presupuestario, ha advertido de que, con un déficit fiscal que este año se estima en un 12% y con una deuda pública que superará el 115%, «España debe profundizar en el saneamiento de las cuentas».

Por último, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha advertido de que imponer al sector bancario más impuestos o requerimientos que puedan afectar a su rentabilidad «es muy contraproducente» en las circunstancias actuales, pues el desarrollo de un país «requiere que sus bancos sean rentables».

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