En los meses de julio y agosto diferentes ciudades y pueblos extremeños recibirán a niños y niñas saharauis procedentes de los Campamentos de Personas Refugiadas de Tinduf (Argelia), tal y como «lleva ocurriendo desde hace más de 20 años».
Durante su estancia en Extremadura, según informa la organización del proyecto ‘Vacaciones en Paz 2018: una experiencia única’, los niños disfrutarán de un programa «repleto» de actividades, dirigidas a la atención socio-sanitaria, y el reforzamiento de sus capacidades socioeducativas e interculturales, entre otras.
De esta manera, las familias voluntarias de toda la geografía española que «abren sus puertas, sus vidas, y su ilusión» a menores saharauis de entre 8 y 12 años, aproximadamente, durante esos dos meses, en los que los vínculos se intensifican de una manera «especial», y, como reconocen las familias que participan, «nada vuelve a ser como antes, la vida se aprecia de diferente forma, es una experiencia única».
Cabe recordar que la situación en los campamentos saharauis en Argelia es «extremadamente dura» durante los meses estivales, de ahí que este programa de sensibilización y educación para el desarrollo consiga «mitigar la realidad» de los menores durante ese tiempo, por lo que además, pretende contribuir a una «mayor» solidaridad y participación de la ciudadanía en la defensa de los Derechos Humanos, promoviendo el compromiso y la solidaridad con el pueblo saharaui.
Por ello, durante estos dos meses, los niños saharauis, sus familias acogedoras, diversas entidades y la ciudadanía en general compartirán agenda sanitaria, encuentros interculturales y de convivencia como campamentos urbanos, encuentros y talleres educativos y lúdicos o consultas con especialistas en los centros sanitarios, entre otras, con el fin de mejorar las condiciones de salud y alimentarias, y las capacidades sociales, educativas e interculturales de los menores.
