Como se combate a una crisis economica1
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Por mucho que el gobierno de España y los medios de comunicación afines, pretendan vender a los españoles con machacona insistencia, lo bien que pinta la economía española, los datos reales son implacables y dan idea de la situación real de España en el contexto económico europeo. Una vez más la España real es muy diferente de la España oficial. El país de las maravillas que nos venden es una falacia y no se sostiene si se analizan datos oficiales que no estén cocinados.

La última publicación de Eurostat, en la que se analiza la evolución del PIB per cápita en la UE a 27, desde el año 2019 de la pandemia, al ejercicio 2022, nos devuelve a la cruda realidad y es la de que España es la nación que más se ha empobrecido de todas las que componen la Unión Europea.

Entre 2019 y 2022 el PIB per cápita se ha incrementado una media del 5 % en el conjunto de países. En España ha disminuido un 2,3 % y somos los últimos de la fila. Estamos a 7,3 puntos de la media UE. La primera de la clase es Irlanda en donde el PIB per cápita ha aumentado un 30,1 %, seguida de Croacia en donde el incremento ha sido del 14,4 %.

En valores absolutos, tanto en el año 2019 como en 2022 el país primero del ranking es Luxemburgo, con valores de 83.590 y 83.940 € respectivamente y el último Bulgaria con 6.630 y 7.250 €. España ocupa estos años el puesto 13 de 27, que no se corresponde con su potencial económico. Los valores en el caso de España eran: en 2019, 25.180 € y en 2022 el valor del PIB per cápita español se había reducido a 24.590 €.

En 2019 la diferencia entre el PIB de España y la media europea era de 2.534 € menos, y en el año 2022 esta brecha se había incrementado hasta alcanzar los 4.563 € menos. En porcentaje, en 2019 el PIB per cápita español era el 90,86 % del medio europeo, y en el año 2022 habíamos descendido al 84,34 %.

Portugal, nuestra nación vecina, ha incrementado el PIB per cápita un 3,4 % en el período analizado y se va acercando paulatinamente al nuestro. En 2019 le sacábamos 6.510 € de diferencia. En el año 2022 esta diferencia se había reducido a 5.290 €.

Como se infiere de todos los datos expuestos la situación de España deja mucho que desear respecto del contexto europeo y la albórbola y alegría del gobierno respecto a nuestra situación económica no tiene ninguna base en qué fundarse.

Veamos ahora los datos relativos a la renta disponible de los hogares.

La renta disponible de los hogares, se define como la diferencia entre el ingreso familiar y los pagos por impuestos y cargos a la Seguridad Social. Esta renta disponible puede destinarse al consumo y/o al ahorro. Y marca el nivel de poder adquisitivo de una familia.

Recientemente la OCDE ha publicado los datos de evolución de la renta disponible en los diversos países integrados en ella. España es el país europeo en el que la renta disponible ha experimentado una evolución peor.

Durante el año 2022, España ha perdido un 8 % de su renta disponible, siendo el país de nuestro entorno con peores datos. El país europeo más cercano a nosotros en esta evolución negativa es Irlanda (-5,1 %) y por detrás están, Eslovenia (-3,5%), Portugal (-3,4 %), Finlandia (-3,3 %), Reino Unido (- 3 %), Bélgica (-2,4 %) e Italia (-1.3). Otros países de nuestro entorno cercano han experimentado aumentos en la renta disponible: Alemania (+0,2), Austria (+1,7 %), Noruega (+3,4 %) y en lugar destacado Polonia (+7,8 %). La media de los países de OCDE ha perdido -1,8 % de la renta disponible.

Si se analiza la evolución de la renta disponible en países europeos entre el tercer trimestre de 2019 y el tercer trimestre de 2022, comprobamos que España (- 7,4 %) es el país que más renta disponible ha perdido en Europa. Nos siguen Reino Unido (- 3,9 %) y Portugal (-3,8 %). En positivo destacan Grecia (+ 9%), Polonia (+7,6 %) y Noruega (+6,5 %) aunque también Eslovaquia, la República Checa, Eslovenia, Francia e Italia han aumentado su renta disponible.

Si se reduce la renta disponible y la inflación se encuentra en límites muy altos, la inflación subyacente (aquella que no computa la energía, ni los alimentos en fresco) está en el 7,5 % y la de la alimentación en el 15,4 %, cada vez es mayor el número de familias españolas que se las ve y se las desea para llegar a fin de mes y, en consecuencia, el número de personas en riesgo de pobreza aumenta en España día tras día.

Una encuesta reciente de un organismo tan poco sospechoso de ser enemigo del gobierno como es el CIS de Tezanos, refleja que de los 18,7 millones de hogares que existen en España, el 17,8 % de ellos muestra dificultades para llegar a fin de mes. El 5,2 % ha tenido que endeudarse y el resto ha tenido que tirar de los ahorros para hacer frente a la situación.

En resumen, los españoles somos más pobres ya que tenemos menos renta disponible para gastar y además hemos perdido poder adquisitivo por la vía de la inflación. Por consiguiente, el ahorro va disminuyendo y en muchos casos los españoles han tenido que endeudarse para poder capear el temporal que se ha presentado.

Si a todo esto unimos que somos el país de la UE con mayor tasa de desempleo, casi el doble que la media europea, que se elevaría todavía más si se computaran los fijos discontinuos que no figuran como parados y cuyo número se estima entre 450.000 y 500.000, lo que haría que superáramos de largo los 3 millones de desempleados, la situación no es ni mucho menos, lo optimista que el gobierno nos quiere hacer ver.


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