A través de las microalgas se podrían depurar las aguas de forma más sostenible
El Ayuntamiento de Mérida y Aqualia, la empresa gestora del Servicio Municipal de Agua, han presentado el proyecto de I+D ‘H2020 SABANA’ que establece la construcción en la ciudad emeritense de una planta de tratamiento de aguas residuales basadas en microalgas. Su objetivo es estudiar la posibilidad de cultivar microalgas a partir de los nutrientes contenidos en las aguas residuales para así obtener biomasa para crear biofertilizantes, bioestimulantes y/o biopesticidas.
La tecnología de microalgas representa un nuevo modelo en la depuración de aguas residuales, ya que convierte las estaciones depuradoras (EDARs) en fuente de recursos verdes de alto valor añadido a la vez que se reduce de forma significativa los requerimientos energéticos para tratar las aguas de forma eficiente.
El objetivo es construir un área de tratamiento de cerca de 20.000 m2, donde se instalarán los denominados “raceway”, un carrusel de agua abierto con poca profundidad donde se cultivan las microalgas. La instalación dará una capacidad de tratamiento de aguas residuales de alrededor de 2 millones de litros al día y una producción de biomasa de alto valor cercana a las 200 toneladas al año.
El proyecto ha sido presentado en el Salón de Plenos del ayuntamiento por alcalde de la Ciudad, Antonio Rodríguez Osuna, el director de la Delegación de Aqualia en Extremadura, Francisco Blanco, y el responsable del Área de Sostenibilidad del departamento de Innovación de Aqualia, Zouhayr Arbib.
El alcalde ha agradecido a Aqualia que haya decidido instalar la planta en Mérida “que encaja en la estrategia de apuesta de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por su parte, Francisco Blanco, ha señalado la importancia de traer una investigación de este tipo a Mérida, ya que “se trata de un proyecto que cuenta con una financiación europea cercana a los 9 millones de euros y con una gran repercusión a nivel medioambiental”.
