Ha habido gran respuesta del público, con 175.577 asistentes, un 4,2 por ciento más que en 2017, lo que reafirma la consolidación del proyecto de programación y gestión artística durante siete certámenes consecutivos, lo que sitúa la cita emeritense a la cabeza de los festivales españoles y europeos.
Solo la programación del Teatro Romano atrajo a 104.400 espectadores, un 6,21 por ciento más que en la anterior edición, mientras que las representaciones en Medellín, Regina, Cáparra y Tarragona superaron los 7.000 espectadores.
Los datos positivos de taquilla vienen avalados por un superávit que, según una primera estimación, supera los 700.000 euros. La recaudación total ha sido de 2.215.132 euros, casi un 6 por ciento más que en la pasada edición. El impacto mediático del Festival supera los 45 millones de euros, un 13 por ciento más que en el anterior certamen.
Asimismo, se ha destacado la apuesta de las instituciones extremeñas por la “extensión del Festival fuera de nuestras fronteras”, así como el logro de que el certamen sea accesible a personas con dificultades visuales, auditivas o con movilidad reducida.