Con estas medidas se da un “paso de gigante” en dos aspectos fundamentalmente. Por un lado, se reconoce que se trata de una actividad económica y, por tanto, los pisos turísticos no se regirán por la Ley de Arrendamiento Urbano.
Y, por otro lado, los vecinos de una comunidad podrán rechazar o limitar el uso de una vivienda como turística, para lo cual bastará con que tres quintas partes de los propietarios así lo decidieran.
Por ello, la valoración desde la Junta de Extremadura “es muy positiva porque por fin se nos ha escuchado. Llevábamos tres años pidiendo al anterior Gobierno que introdujera estos cambios en las normas estatales, y lejos de escucharnos, se produjo una proliferación de miles y miles de pisos de alquiler turístico y sin control”, ha manifestado Martín.
Asimismo, el director general de Turismo valora que se haya tenido en cuenta la opinión de todas las Comunidades Autónomas y se haya buscado una solución consensuada que “satisface a todo el mundo y pone coto a un problema que iba en aumento.
No obstante, recuerda que es necesario seguir dando pasos en esta dirección, por lo que durante la reunión del Consejo Español de Turismo pidió a la ministra Maroto que España lidere a nivel europeo la lucha contra este fenómeno.
