plantas fotovoltaicas

¿PODRÁ EVITAR EXTREMADURA UNA TERCERA COLONIZACIÓN ENERGÉTICA?

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El Club Senior de Extremadura, acaba de publicar un libro en el que denuncia la pasividad de la administración autonómica para evitar que la fiebre de plantas fotovoltaicas que se están instalando en la región, pueda llegar a convertirse en una tercera colonización energética de Extremadura, tras las ya sufridas con la energía hidroeléctrica y la nuclear, sin que los beneficios de la nueva producción energética verde redunden en el desarrollo extremeño.

Si no se toman medidas urgentes obligando a las grandes compañías eléctricas a que parte de la energía producida se utilice para proyectos ubicados en Extremadura, nos convertiremos una vez más en una región suministradora de materias primas, para que otras regiones se beneficien del valor añadido que comporta el desarrollo industrial. Y de este modo la región continuará en el furgón de cola de los indicadores macroeconómicos de PIB y renta y perdiendo población.

De los 21.030 GWh de energía producidos en Extremadura la región solamente consume 4.959 GWh. El 76,5 % de la energía producida en Extremadura es exportada a otras regiones,

La Administración, especialmente la autonómica, ha de tomar un papel de mayor firmeza para que estos recursos energéticos producidos en Extremadura, se utilicen en mayor medida para el desarrollo regional, evitando la tercera colonización energética. El camino que llevamos es que va a sembrarse de paneles solares nuestra región sin que la energía producida contribuya al desarrollo extremeño.

Nos ocuparán una superficie media de 2,3 ha/MW, creando algo de empleo en la fase de construcción, aunque el número de puestos de trabajo que generan estos parques fotovoltaicos en la fase de explotación es muy bajo 0,05 Unidades de Trabajo/ha.

Extremadura necesita para participar en el desarrollo que generará la transición energética:

  • ·   Establecimiento de un régimen especial de tarifas energéticas, dada la proximidad de los centros de consumo a las estaciones fotovoltaicas, reduciendo las pérdidas por transporte.
  • ·   Polígonos industriales situados en las proximidades de las grandes estaciones fotovoltaicas o establecer las plantas fotovoltaicas en las proximidades de los centros industriales, pudiendo adoptar la forma de autoconsumo.
  • ·        Establecer un plan estratégico para el uso de renovables en los regadíos que se vieron afectados por desmesurados aumentos en el coste energético a consecuencia de la desaparición de las tarifas especiales de riego en 2008.
  • ·        Utilizar los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la UE en la región para la instalación de fábricas de componentes de baterías o de producción de hidrógeno verde.
  • ·        Favorecer el autoconsumo.
  • ·       Establecer precios diferenciales de la energía en Extremadura para incentivar la venida de industrias y ayudar a las industrias existentes. Un estudio de la UEX dirigido por el catedrático Fernando López llega a conclusiones de ahorro en el 35 % en los hogares y del 50 % en las industrias y regadíos.

Las mayores plantas fotovoltaicas de España se encuentran situadas en Extremadura. Destacan Talayuela y Talaván con 300 MW, Usagre – Hinojosa del Valle con 500 MW y Francisco Pizarro (Torrecillas de la Tiesa  – Aldeacentera) con 590 MW. Esto no significa nada más que seremos suministradores de energía si no se obliga a las empresas titulares de estas plantas a utilizar parte de la nueva energía producida en proyectos industriales radicados en Extremadura.

Las grandes compañías eléctricas están campando a sus anchas por la región, sin que la administración les obligue a que parte de la energía producida se utilice en mejorar el desarrollo regional.

Se calcula que en 2030 habrá instalados 20.000 MW fotovoltaicos en Extremadura lo que supone la ocupación de 46.000 ha de territorio regional.

La Agencia Extremeña de la Energía podría convertirse en el órgano gestor de todas las operaciones tendentes a que no se produzca la tercera colonización energética de Extremadura.

Un aspecto muy favorable ha sido la ubicación en Cáceres del Centro Nacional de Investigación en Acumulación Energética (CNIAE), el cual debe ser potenciado y convertido en un referente nacional e internacional de la investigación en acumulación energética.

Con el litio nos ocurrirá otro tanto, si no se toman las medidas correspondientes. Nos convertiremos en suministradores de la materia prima, recibiremos las correspondientes migajas, pero soportaremos los riesgos e inconvenientes de la industria extractiva y finalmente el valor añadido se lo llevarán los de siempre.

 En fechas recientes se han dado a conocer algunas iniciativas esperanzadoras en marcha para el aprovechamiento del litio, con la ubicación de fábricas de componentes de baterías en ambas provincias extremeñas. Esto abre una ventana de optimismo, a que por una vez Extremadura pueda resultar beneficiada e iniciar un proceso industrial relativo a la energía que nos permita retener aquí el valor añadido o al menos parte del mismo. Esperemos que se consoliden estas iniciativas.


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