Con el presupuesto destinado hoy día al tren extremeño es «complicado» que toda la plataforma del tramo Badajoz-Plasencia esté finalizada a inicios de 2019, ha dicho el presidente de la asociación, Ángel Caballero.
«En el caso de que haya un tren diésel en esa fecha, que habrá que verlo, convivirá en 2019 con tramos nuevos y viejos», ha advertido.
Caballero ha recordado que, por ejemplo, queda aún el tramo de El Carrascalejo a la presa de Montijo (Badajoz), pendiente de licitarse, y tampoco están preparados los accesos a Mérida, Plasencia y Cáceres.
Además, Extremadura solo podría contar con el tren rápido 730, pues es híbrido, que en el mejor de los casos podrá alcanzar los 180 kilómetros/hora en la plataforma nueva, una velocidad que bajará de forma considerable en los tramos antiguos, ha precisado.
Cuando pase de Plasencia, donde no habrá ya nueva plataforma, no circulará a más de 155 kilómetros/hora, igual que en la actualidad, según Caballero.
«La mejora se podrá experimentar en el tramo de Cáceres a Plasencia, pues elimina todas las curvas del Tajo, pero siempre -ha insistido- sin pasar de los 180 kilómetros/hora».
Para Caballero, es «tremendo» que se haya realizado tamaña inversión para que dentro de dos años se circule a solo diez kilómetros/hora más en relación al Talgo 4 que hace 34 años cogía los 170 kms/h en el tramo Badajoz-La Garrovilla.
Por tanto, este colectivo duda de que este nuevo tren vaya a suponer grandes recortes en tiempos de llegada respecto a lo existente hoy.
De la misma forma, el presidente de la Asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril cree que es «difícil» que la electrificación de la plataforma esté lista para 2020, como se ha comprometido el Gobierno central.
«Los plazos, una vez más, no se cumplirán», ha vaticinado Caballero, debido a la escasez de inversiones en los presupuestos nacionales.
Caballero ha recordado las importantes inversiones para el Cercanías catalán o para la alta velocidad gallega y vasca, mientras que Extremadura recibirá «lo poco que sobre».
