Me acusan de llorón y quejica porque defiendo a Càceres en detrimento de Badajoz. Error. Yo he nacido y vivo en Càceres y la amo profundamente. También a Badajoz, y por eso no estoy loco.Expliquémosnos, pues.
El artículo EXTREMADURA DOS, CÁCERES Y BADAJOZ, a cargo de nuestro colaborador José Ignacio Sánchez ha propiciado el interés de miles de lectores y usuarios en las redes sociales con multitud de comentarios, algunos de ellos muy hirientes, otros demasiado agresivos y el resto a favor de coser esfuerzos e ideas más que de romper cristales.
Cuando me llegó el texto y lo leí, supe en seguida que al publicarlo y divulgarlo en y desde Digital Extremadura levantaría ampollas, siendo como es más expositivo, con un matiz reivindicativo, que agresivo o provocativo. Y lo supe porque a pesar de las verdades que exhala con citas incuestionables, iba a crear animadversión y críticas ya que no hay nada peor en la vida que no saber asumir lo que es una realidad como la que es. Y por eso me he pronunciado públicamente al expresar que dicho artículo es tan verdad, que resulta incuestionable. Y por eso se publicó en nuestro medio, que es el vuestro, y lo divulgamos por las redes sociales. A día de hoy, y publicado el sábado pasado, 12.157 lecturas únicas dicen muy mucho del interés que ha suscitado el citado artículo.
Dicho lo cual y remitiéndonos sucinta pero claramente a la historia de los últimos cuarenta años, como poco, los datos, los hechos y los nombres y personas son los que son y nadie me podrà negar la diferencia y la evidencia, en algunos casos abismal, entre ambas provincias y capitales. Si fuera al contrario, también lo diría. Los que bien me conocen, saben que actuaría así. ¿ La culpa? No se trata de eso. Algo más grave. Sí de responsabilidad, de gestión y sobre todo de respeto, por no citar a determinados personajes e intereses que siempre han primado desde la pre autonomía a la actualidad.
Lo que voy a expresar a continuación seguramente no sea del agrado de algunos o de muchos pero es mi criterio, tan absolutamente respetable como el de quien piense lo contrario o crea que su verdad es contumaz e irrefutable y crea que yo esté totalmente equivocado. Pero que lo demuestre, si es así y si me convence, entonaré el mea culpa, sin ambage alguno.
En primer lugar, apuntamos algunos considerandos como que el Estatuto de Autonomía habría que revisarlo para ser màs ecuànimes, y no lo digo solo yo sino determinados próceres de la sociología y la economía y muchos políticos de todo signo. Asimismo, habría que revisar y-o modificar algunas decisiones que han hecho reaccionar a una buena parte de la sociedad civil de Càceres, sobre todo en los últimos tiempos, ante la pasividad de algunos gestores públicos que han producido, y producen, un contumaz rechazo, al margen de opciones políticas, algunas con mayor grado de responsabilidad que otras. Y poner en marcha proyectos y tomar decisiones que palíen las diferencias provinciales de una vez por todas. Badajoz no es más que Cáceres ni al contrario. Ambas son las que son, con sus peculiaridades , posibilidades y realidades.
Desde el ejecutivo regional y desde la Asamblea de Extremadura, principalmente, en la Junta porque están nuestros máximos gestores y en el Parlamento porque es donde ejercen nuestros representantes elegidos, deben de hacer todo lo posible, junto a responsables municipales y provinciales, para que la actual situación que a muchos nos tiene alertados y confundidos junto al agravio existente, se palíe con inteligencia, trabajo, sosiego y máxima responsabilidad y más bien a corto que a medio y largo plazo. ¿ Que no es el momento dada la situación de nueva normalidad que vivimos y después de lo que hemos pasado? Pues precisamente por eso, porque es una oportunidad idónea a la hora de aplicar medidas, legislar normas adecuadas y beneficiosas para todos y poner en marcha proyectos que potencien a la región en general y a Cáceres y Badajoz, en particular, a sabiendas que ambas capitales y provincias tienen su propias posibilidades e idiosincrasias, que las hacen únicas pero que a la vez unidas pueden seguir formando un todo regional de amplias posibilidades de cara al futuro, a pesar de que los números y la realidad actual digan o expresen lo contrario. Minas, ¿ por qué no?, fábricas de baterías, obviamente, fotovoltaicas, claro, proyectos previstos y puesta en marcha de nuevas industrias y empresas, creación de puestos de trabajo, profesionales, ideas y suelo hay a mansalva y esto es progreso, progreso y progreso desde el trabajo, trabajo y trabajo.
Podría extenderme mucho más en consideraciones puntuales pero ya habrá tiempo de hacerlo desde este medio de comunicación, porque las oportunidades, seguro, van a seguir dándose. Lo único que pretendo por ahora y de momento, es dejar claro que de chauvinista, cateto, provinciano o llorón ni mucho menos. Llevo muchos años pensando, creando y trabajando en extremeño y con metas universales desde Cáceres, porque soy cacereño y porque decidí quedarme aquí, el mejor lugar del mundo para vivir, y seguiré trabajando en Cáceres y o donde haga falta, desde la acción y la gestión social, comunicativa, cultural y solidaria, siempre. Las miras que tengo son tan amplias que trascienden a la periferia de forma tal que obviamente no me puedo callar. Y por eso aprovecho esta tribuna para manifestarme al respecto. Amén.