Ni perdona.
Voy a narrar un hecho, luego doy mi opinión, así nos aclaramos mejor.
Después de un gran 2015, lleno de grandes éxitos, El Retablo comenzaba con toda la ilusión el 2016, con la “gira” de la tercera obra de teatro que representaban, “SalSiPuedes”, una comedia que más tarde triunfaría allá donde iba, y posiblemente a nivel humano, la mejor que hayamos trabajado. Un servidor se ponía manos a la obra con el teléfono, para moverla por toda Extremadura.
Uno de los integrantes de este grupo cursaba sus estudios en Almendralejo, y me comentó la idea de poder llevarla allí para el estreno, con una actuación benéfica a favor de la Asociación Aprosuba 2. La idea me pareció fantástica, y me desplacé hasta Almendralejo para poder reunirme con ellos.
El trato fue estupendo, les encantó la idea, y solo faltaba el sí del Ayuntamiento para ceder las instalaciones del teatro Carolina Coronado. No solo lo cedieron, sino que dieron todas las facilidades, y añado por cierto que coincidía con el aniversario del mismo. Al conocerlo me impactó, era inmenso y a su vez, precioso. Estaba en una nube, mi obra se iba a estrenar en un sitio magnífico.
Dimos movimiento en redes al evento, y pronto se corrió la voz, incluso nos pararon por la calle para decirnos que acudirían al estreno, ¡Desde Cáceres! Estábamos con muchísimas ganas, ensayando duro y listos para dar la talla.
Dos semanas antes de la gran fecha, acudí a un concierto en Madrid, y aparte de las fotos, me traje un gripazo de mil demonios. Al día siguiente teníamos rueda de prensa, con la Asociación y con el Ayto. Viajamos los cuatro de la foto, y acudí con 40º de fiebre y una voz… Mejor os adjunto el vídeo.
https://www.youtube.com/watch?v=5Y_qA5XDlPU
Volví a Cáceres muy nervioso, pensando que no llegaría al estreno, estaba realmente malito. Mi novia vino a mi casa a traerme un remedio absoluto, el Frenadol jeje. No pude evitarlo y me puse a llorar como un bebe. Quería pensar que llegaría, pero me agobié, y me tumbé en la cama a intentar sudarlo. Se quedó conmigo cuidándome hasta que…
RING RING
- ¿Sí?
- Soy de la asociación, Escucha: No sé cómo decirte esto… Tenemos que anular la actuación.
- Pero… ¿Por qué?
- Al parecer, una asociación con los mismos fines que la nuestra, no le ha sentado muy bien vuestro cartel, ni la temática de vuestra obra. Amenazan con un piquete, así que lo mejor será anularla.
- Qué…
- Lo siento en el alma. Te pediría que no acudieras a la prensa, ni radio, ni periódicos…
- De acuerdo…
(No recuerdo bien el orden de las palabras, ni lo cortas o extensas que fueron, pero en conclusión fue eso)
Colgué el teléfono. Estaba en manos libres, así que Irene lo escuchó todo. Se tumbó conmigo, y dormimos toda la tarde.
Al despertar, me costó un montón convencer a mis actores y actrices de que no era una broma. Los entiendo, cómo iba a ofender una obra que aún no se había estrenado. O cómo iban a hacernos a nosotros un piquete, si éramos unos críos con una ilusión loca por hacer teatro…
Se me vino el mundo encima… Y es que por aquel entonces era un niño sin pelos en los huev**. Tendría que haber ido, ¿Verdad? solo para verles las caras interrumpiendo la obra. Pero por aquel entonces tenía miedo. Después de dos años, miro atrás y pienso… Mejor no os digo lo que pienso.
Ahora mi opinión; cobardes. Ni un simple perdón. Me encargué de grabar la obra entera y mandársela. Para el que no la haya visto, ¿de verdad este aplauso es de una obra ofensiva?
https://www.youtube.com/watch?v=f4sc69DVP7g
No todo es malo. El vicepresidente de Feafes Cáceres, Ezequiel Valhondo Miguel, tomó un café conmigo y me hizo saber lo mal que estuvo todo lo que pasó, y quedamos en que, cinco minutos antes de representar la obra en el Gran Teatro de Cáceres, diría unas palabras apoyando nuestro trabajo, y respetándolo. Gran tipo, guardo admiración real por él. Aunque sus palabras cayeron en saco roto, ya que, al no hablar en prensa de lo sucedido, nadie sabía nada de lo que había pasado. Cómo para imaginarlo, vaya.
Como la obra tuvo éxito, parece que todo quedo enterrado y olvidado. Pero yo, jamás lo olvidaré, y menos lo doloroso de pensar que intentaríamos dañar a alguien, u ofender. Lamentable.
Esta es mi historia.