«La moda es el reflejo de una época y sigue el desorden del mundo» dicen que dijo el gran modisto
Givenchy, el del vestido fetiche de Audrey Hepburn en «Desayuno con Diamantes». El que ahora
tiene un museo en el que se exponen todos, o muchos de, los vestidos que hizo a lo largo de su
trayectoria, para gozo de la estética y de los estudiantes de Moda; supongo que porque tiene
dinero y sigue teniendo seguidores.
Vidal Cuadra, ese militante rebelde del partido popular, decía el otro día que por lamentable que
parezca son los gustos desmesurados de los que tienen mucho los que hacen mover la economía
del mundo, y creo que no le falta razón. En los años que España lleva sumergida en la crisis y en
la tarea infernal de los recortes, las clases altas no parecen haber cambiado su nivel y forma de
vida; por el contrario.
Para todos los demás, la vida se desarrolla en el diario. La supervivencia por delante. Más crítica
la situación para quien menos tiene, pero llena de renuncias también para quien teniendo un
sueldo, ha visto descender su capacidad adquisitiva por circunstancias del momento. Bien porque
los hijos han vuelto a vivir con ellos, bien porque no disponen de la beca que años atrás tuvieron,
bien porque los medicamentos son mas caros…etc, etc…la lista puede ser interminable. Y no se le
ve el fin.
Tengo en mis manos un pequeño informe elaborado por CCOO sobre la reforma encubierta de la
universidad. Según sus datos, desde el año 2010, la educación superior ha perdido 1500 millones
de euros, y los recortes en la universidad pública han producido la disminución de mas de 8.000
empleos en solo dos años.
Todo comenzó en el 2012, cuando este Gobierno hizo aumentar el coste de las matriculas
universitarias y la dedicación docente del profesorado. Y continúa. La inversión en educación
superior tocó techo, un 1,17%, cifra por debajo de la media europea. Desde entonces el gasto
público no ha vuelto a subir. Los presupuestos de las universidades públicas han descendido mas
de 1.500 millones de euros. Si se toma como referencia lo presupuestado en el 2010, nos
encontramos (según el informe citado) ante un recorte del 15,1%.
Por no hablar de los investigadores. España ocupa el lugar 22 de los 28 estados miembros de la
Unión Europea en gasto público en investigacion, un descenso del 36% en los últimos cinco años.
Algo que los Presupuestos Generales 2015 no han mejorado.
La disminución de estudiantes en las universidades públicas, por el aumento del precio de los
estudios, la disminución del número de becas y su cuantía, y el endurecimiento de los criterios
para lograrlas, va acompañada de un aumento de alumnos en los másteres ofertados por las
universidades privadas. La brecha social, y no solo la económica, avanza.
Esto va así. Aunque no salga todos los días en las páginas de los periódicos. En momentos de
dificultad se entiende que cada quien tenga sus propios asuntos a resolver. Claro que se entiende.
Pero lo que no se es como vamos a salir de esta, como comunidad…si los ricos cada vez son mas
ricos, las clases medias cada vez más bajas e individualistas y los pobres cada vez más pobres.
Porque el cainismo campa a sus anchas…Y la mediocridad. El «dame pan y llámame tonto»… Y ya
se sabe que «a río revuelto, ganancia de pescadores»…
Y saco a relucir los refranes antiguos porque al final la historia se repite y porque en tiempos
nuevos harían falta mentes nuevas, inteligencias contrastadas, proyectos sopesados, generosidad
en grado sumo…
Pero como dijeron otros, antes que yo: «…pero dónde… dónde…?»