El Congreso comenzará a controlar los viajes de los diputados que paga la Cámara a partir de la semana que viene, en cuanto el Boletín Oficial de las Cortes Generales publique la resolución de la Presidencia, que ha contado con el apoyo mayoritario de los grupos parlamentarios, comenzando por PP y PSOE. | «Los 16 viajes de Monago a Canarias no eran para trabajar»
En una rueda de prensa, la primera que ofrece como presidente del Congreso, Jesús Posada ha asegurado que el acuerdo hace compatible el derecho de todos los diputados a ejercer su tarea en todo el territorio nacional con el control «escrupuloso» de los gastos en los que incurre cada parlamentario.
Tres tipos de viajes
En la resolución aprobada, el Congreso distingue tres tipos de viajes que pueden realizar los diputados. Por un lado están los desplazamientos a la circunscripción o al lugar de residencia, que simplemente deberán ser comunicados por escrito a la Dirección de Recursos Humanos y Gobierno Interior de la Cámara, dentro de los quince días siguientes a su realización.
En el caso de los viajes políticos, a mítines o actos de partido, el diputado deberá informar a su grupo parlamentario que, en el plazo máximo de quince días, también deberá dar su aval a ese desplazamiento. De lo contrario, el diputado deberá reembolsar al Congreso el precio del billete.
Los viajes en delegaciones oficiales del Congreso, ya sea a destinos nacionales o internacionales, seguirán siendo autorizados y abonados por la Cámara como hasta ahora.
El acuerdo deja claro que cualquier desplazamiento para un objeto distinto o que no guarde relación con el ejercicio de la labor política o parlamentaria no podrá ser imputado al presupuesto del Congreso y deberá ser abonado por el diputado.
Controles publicados cada tres meses
Además, el Congreso publicará en su web cada tres meses el gasto total de los desplazamientos de los diputados, diferenciados por las tres categorías de viajes.
Los propios grupos parlamentarios también realizarán un informe de la actividad de sus diputados que ha originado esos desplazamientos.
Lo que sí ha quedado descartado es que sea la propia Cámara la que informe individualmente del gasto en desplazamientos en el que incurre cada diputado, sin perjuicio de que así lo pueda hacer algún grupo parlamentario por decisión propia.
Al final se ha impuesto la tesis de Jesús Posada, quien desde que se abrió la polémica por los viajes a Canarias durante su etapa como senador del actual presidente extremeño, José Antonio Monago, siempre se mostró partidario de que fueran los grupos los que establecieran mecanismos de vigilancia para los desplazamientos de partido, y no la propia institución. «Yo personalmente creo que la Cámara no tiene por qué conocer y publicitar los viajes de todos los diputados. Lo que hacemos es garantizar que el dinero público se gasta correctamente; puede haber viajes discretos, que no convenga que se conozcan de esa forma pero que los conoce el grupo, que es el que garantiza que son viajes políticos», ha insistido.
Posada también ha vuelto a defender que sea el Congreso quien pague los viajes de partido de sus diputados, como parte esencial de su actividad política.
El Senado también lo aprueba
La Mesa del Senado ha aprobado en su reunión de este martes las mismas medidas de control y publicidad de los viajes de sus señorías acordadas en el Congreso, de manera que los senadores tengan que tener el aval de sus grupos parlamentarios para realizar «viajes de naturaleza política, sectorial o de representación institucional» con cargo a los presupuestos de la Cámara Alta.
Todos los grupos parlamentarios se han mostrado de acuerdo con la propuesta en la Junta de Portavoces y ha sido la Mesa la que le ha dado el visto bueno final.
De igual manera, a partir de ahora los senadores deberán tener el aval de su portavoz cuando vayan a realizar un viaje fuera de su circunscripción a cargo del Senado y de carácter político, sectorial o de representación. Fuentes parlamentarias han asegurado que esta definición incluye viajes que realizan los senadores para actos de partido, como por ejemplo, un mitin, tal y como viene ocurriendo hasta ahora.
El parlamentario tendrá que incluir ese aval del grupo parlamentario cuando comunique a la Dirección de Recursos Humanos y Gobierno Interior el desplazamiento en cuestión. Si transcurridos quince días desde el viaje no se ha producido dicha comunicación, «el senador deberá reembolsar a la cámara el importe».
El Senado publicará además con carácter trimestral en su página web el gasto total de los desplazamientos de los senadores, diferenciando entre viajes oficiales, los traslados habituales a Madrid y los viajes fuera de la circunscripción, que son los que ahora deberán estar justificados.
Además, los grupos parlamentarios realizarán un informe de la actividad de los senadores que ha provocado la necesidad de realizar esos viajes.