El XIV Sínodo de la Diócesis Coria-Cáceres, convocado por el obispo Francisco Cerro en 2014, se encuentra en la fase de formación de los grupos de trabajo que reflexionarán sobre cuatro grandes temas, entre ellos, la organización pastoral de la diócesis y la necesidad de dar más protagonismo a los laicos en las celebraciones religiosas ante la escasez de sacerdotes y la avanzada edad de estos, sobre todo en el medio rural.
Éste es uno de los cuatro ejes sobre los que se reflexionará en esta «gran asamblea» que la diócesis ha convocado para poner encima de la mesa algunos de los temas que preocupan a la comunidad religiosa, como la organización de las aproximadamente 150 parroquias de la diócesis que están atendidas en la actualidad por 123 sacerdotes, algunos de los cuales tienen a su cargo «tres o cuatro parroquias», y cuentan con una media de edad de 66,7 años.
Ante esta situación, desde el Sínodo se trabajará para que se puedan garantizar todos los servicios religiosos en todas las parroquias, para lo cual se dará más protagonismo a los laicos que pueden realizar muchas labores, excepto impartir el Perdón y la Consagración.
Así lo ha explicado este martes en rueda de prensa el obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, quien ha indicado que la diócesis necesita hacer una «distribución más inteligente del actual clero» para poder atender todos los pueblos y que hay que «potenciar» la figura del diácono, la labor de la religiosas y la presencia de los seglares que pueden celebrar muchos servicios sustituyendo a los sacerdotes.
Además de esta organización pastoral, el Sínodo se centrará también en analizar el compromiso social de la Iglesia y su labor con los más desfavorecidos para darlo a conocer a la comunidad y para «sensibilizar» a los feligreses de la importancia de esa ayuda al prójimo.
El tercer tema que se pondrá sobre la mesa es la formación de los laicos que participan en labores como catequesis ya que se ha detectado un déficit en este asunto. El cuarto eje será la transmisión de la fe y el anuncio del Evangelio y la necesidad de preparar a los jóvenes para que se impliquen más en la vida eclesial y no se limiten a tomar los sacramentos sin compromiso con su comunidad religiosa.
«Si sabemos armonizar todos estos aspectos podremos afrontar con esperanza el futuro para dar una solución a los problemas de la Diócesis que son los problemas de todos», ha incidido el obispo, quien ha aclarado que la situación de Coria-Cáceres, en cuanto a vocaciones y edad media de los sacerdotes «no es de las peores de España», ya que se viene produciendo una ordenación sacerdotal por año.
MÁS DE 2.700 ENCUESTAS
Según ha explicado el vicario de Pastoral y secretario del Sínodo Diocesano, Jesús Moreno, estos cuatro temas que serán el eje central de esta convocatoria sinodal han resultado tras analizar las encuestas que se han realizado entre la comunidad parroquial de la diócesis.
Se han recabado 2.721 cuestionarios de los que se ha deducido que estos cuatro ejes son los que más preocupan en la actualidad y de ahí que sean el tema de reflexión de la siguiente fase del Sínodo.
Por ello, ahora mismo, la siguiente fase es la de formación de los grupos para el debate de estos asuntos, de manera que se espera que participen unas mil personas en diferentes asambleas que empezarán a debatir y reflexionar a partir del próximo curso, en el mes de octubre.
La idea es que los debates y las mesas de análisis estén funcionando durante todo el curso para que, una vez recabadas las propuestas a finales de 2016, se pueda celebrar la fase final del Sínodo en la primavera del 2017, según ha explicado Moreno, quien ha incidido en que la convocatoria sinodal entra ahora «en su fase más participativa» donde toda la comunidad diocesana podrá dirimir sobre los cuatro temas que se han planteado.
Respecto al perfil de las 2.721 personas que han rellenado la encuesta previa para conocer las preocupaciones de los feligreses, la responsable de Comunicación del Sínodo, Lorena Jorna, ha explicado que el 73 por ciento se define como «católico bastante o muy practicante» y que ese mismo porcentaje es de mujeres, frente al 27 por ciento de hombres.
Por lo que se refiera a edad, sólo el 10 por ciento tiene menos de 30 años y casi la mitad (49%) supera los 60. Del conjunto de encuestados, 427 dicen que no participan en ningún grupo de actividad eclesiástica organizado, mientras que el 45 por ciento sí lo hace.
De los problemas sociales de su entorno, los encuestados se preocupan por el paro, la pérdida del sentido religioso y de los valores morales, la soledad de las personas mayores y la despreocupación de los padres en la educación de los hijos, así como la transmisión de la fe.