A lo largo de los últimos meses he mantenido un escrupulosos silencio por respeto a una empresa, en este caso HELLIT, que fue la ganadora de la convocatoria que la Junta hizo de “promoción de Extremadura” en sus aeronaves o aviones, a pesar de llegarme con demasiada frecuencia denuncias de retrasos, cancelaciones e incumplimientos. A pesar de que cuando empezaron a volar desde Badajoz, el gobierno extremeño de manera impúdica, se atribuyo el éxito de encontrar una compañía de LOW COST y ahora, cuando se percibe por todos el fracaso del proyecto, se quitan del medio como si no fuera con ellos. Pero ahora llega el momento de reflexionar sobre si fue o no una adecuada elección. Y no lo parece. He tenido que aguantar toda serie de comentarios y descalificaciones por parte de quienes nos gobiernan por la situación anterior, en la que otra empresa operaba desde Badajoz y tenían el contrato de promoción de Extremadura. Había que cambiar de empresa. La Junta ya era Gobierno, la Asamblea , Parlamento, y ahora faltaba que los colaboradores levantinos de los socialistas en materia aérea también cambiaran. Y ahora muy probablemente tendrán que tirar de ellos para que siga habiendo vuelos desde el aeropuerto pacense. Lo realmente increible es como presumían de la empresa de la que ahora reniegan. “Lo que le molesta a los socialistas es que se pueda volar más barato”, decían. No, lo que nos molestaba era ese permanente marketing, en el que han convertido la política en Extremadura, a sabiendas de que duraría lo que un trozo de hielo en un vaso de agua caliente. En ese contexto de “americanizar” la política extremeña se enmarca lo vivido el pasado miércoles en la presentación de ONE. Pero de eso hablaremos proximamente.
Guillermo
