La delegada de Personal del Ayuntamiento de Mérida, Leonor Nogales, ha sentenciado que CCOO quiere “obligar” al Consistorio a despedir a 140 trabajadores, entre ellos a los 83 del Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Según la
delegada, CCOO ha pedido también que se disuelva el contrato con el Organismo
Autónomo de Recaudación (OAR), por lo que habría que echar a la calle a treinta
trabajadores más, y ha solicitado además que el Consistorio despida a los
eventuales y al personal de confianza. Para Leonor Nogales, es inaudito que un
sindicato pida a una administración que se despida a trabajadores.
En opinión de
Nogales, las medidas propuestas por CCOO son “ilegales” y esta fuerza sindical
no ha tenido en ningún momento del proceso la voluntad de negociar con el Ayuntamiento.
Han propuesto una reducción de jornada de los trabajadores afectados por el ERE
sin que se modifiquen sus contratos, lo cual es ilegal, o reducciones de
jornada siendo inamovible la base de contratación, lo que va en contra del
sistema de bases de la Seguridad social.
CCOO, según Nogales,
tampoco ha permitido que, antes del 1 de abril, se pudiera negociar la
jubilación anticipada de cualquier trabajador laboral del Consistorio, mayor de
55 años. Esto hubiera permitido que algunos de los trabajadores del ERE se
acogieran a contratos de relevo de los que se jubilaban. Asimismo, CCOO quería
despedir a los eventuales y cargos de libre designación. Estas han sido otras
de las propuestas del citado sindicato que la delegada de personal calificó de
ilegales.
La delegada ha asegurado que CCOO ha efectuado
el juego del trilero, es decir, que “ha querido engañar a todo el mundo, a los
83 trabajadores afectados por el ERE y al Ayuntamiento”.
Además, sus
dos representantes, Juan Luis Lancho y Juan Espino, éste último sindicalista y anterior delegado de
Personal con el Gobierno socialista, han decidido “abandonar” a los
trabajadores y no negociar las
condiciones más ventajosas para ellos y se han limitado a jugar a ser
políticos. Este es el verdadero motivo por el cual, según Leonor Nogales, no se
ha podido alcanzar ningún acuerdo.
