Con la que nos está cayendo y
con el carácter que tenemos los españoles, todavía no alcanzo a comprender,
porque la gente está tan tranquila y no sale masivamente a la calle para
mostrar su cabreo y su desencanto con la situación.
Y es que si analizamos la misma,
hay que entender que entre otras cosas, existen dos o tres circunstancias
especialísimas para que tales condiciones no se den; a saber:
En primer lugar, el miedo, la ansiedad
y el recelo de lo que podría ocurrir en caso de…, la responsabilidad es general.
En segundo lugar, el
escandaloso mundo de la economía sumergida, que a fuerza de ser sincero y aunque
las cifras del paro sean altísimas, lo que es bien cierto es que hay mucha
gente que trabaja de tapadillo cobrando en negro y sin IVA.
Y en tercer lugar, hay que reconocer
la ingente labor económica que están realizando nuestros jubilados, que con sus
pensiones están soportando el presupuesto familiar, hasta con algunos hijos que
ya estaban emancipados. ¿Cuándo se
lo podremos compensar?.
Podríamos resumir esta situación diciendo que nuestra generación y
nuestra cultura vienen de haber superado una posguerra difícil y haber
disfrutado con posterioridad unos tiempos de bonanza de más de 30 años y no
podemos compararnos con los países del norte de África, como Egipto, Túnez, Libia,
Siria, etc., en los que la gente no
tiene ningún tipo de recelos, ansiedad o desasosiego por nada y la gente sale a
la calle a reclamar en justicia lo que consideran suyo; ellos no tienen nada que
perder ni ocultar, en cambio, aquí la gente está resignada con la situación.
Es evidente una cosa y es que si protestamos, deberíamos hacerlo de
forma conjunta y coordinada, porque no se trata de que hoy salgan a la calle
los médicos y sanitarios, los maestros de escuela, mañana los engañados por las
preferentes ó los desahuciados por las hipotecas, pasado mañana los
agricultores, después los policías y al día siguiente hasta los jueces, como
han salido en esta ocasión, o los pensionistas por poner un ejemplo.
Hay que aunar criterios, fechas y momentos y hacerlo de forma
coordinada, conjuntamente, así es como nuestros gobernantes se dan cuenta de la
situación.
Las formas y maneras que está
adoptando nuestro gobierno y en particular nuestro Presidente Sr. RAJOY, no se
lo habrían permitido en ningún país de Europa, es antidemocrática y como tal
habría que procesarlo por delito social; porque ya no se trata de que haya
manipulado con el Sr. BARCENAS las
cuentas y las donaciones de su partido a su antojo, que eso es otra cosa y para
eso están los tribunales; se trata de que ha quitado al pueblo y ha recortado
en bienes sociales (educación, sanidad, dependencia, etc.), para dárselo a los bancos a raudales, ese es el mayor delito
que se le puede encausar a un gobernante; porque lo primero es comer y
después pagar el déficit.
Para terminar yo pediría
(aunque sé que es mucho pedir), que la gente tomara conciencia de la situación
por la que atravesamos y se coordinaran las actuaciones callejeras con el fin
de dar más protagonismo a la realidad y que el Partido Popular se diera cuenta
del contexto y dimitiera el Gobierno en pleno, organizando si fuera preciso un
nuevo gobierno de concentración nacional, porque eso mismo ha ocurrido
recientemente en otro país europeo, se han serenado los nervios, se ha
rectificado donde había que rectificar, se ha cambiado la Constitución, se ha
puesto el acento donde había que ponerlo y cuando todo ha estado en orden, se
han celebrado elecciones libres y democráticas y no ha pasado absolutamente
nada.
Eso es lo que hace falta en
este país; porque con lo que tenemos, entre corruptos y vividores
jerarquizados, ni vamos a continuar, ni vamos a mejorar y solo vamos a
conseguir marear la perdiz una vez más y para perdices ya está bien con las que
tuvimos antaño.
