Les puedo asegurar, os puedo asegurar, que no estoy pensando en otra cosa que en Extremadura. Las elecciones me parecen hoy una cuestión absolutamente secundaria. Lo he dicho muchas veces. O evitamos lo que está ocurriendo, o dará igual quien gane o pierda, porque difícilmente la situación tendrá camino de retorno. Mientras veo en la tele a nuestras autoridades subidas a un tren para celebrar 150 años del ferrocarril en Extremadura, se me viene a la cabeza la última semana, y la verdad es que no encuentro espacio para celebraciones.
LUNES: Conocimos que Extremadura es la región en la que más han caído los salarios y en la que menos se han perdido horas de trabajo. Tenemos razones para reivindicar pero ni una palabra de quienes nos gobiernan.
MARTES: Nos llegó la información confirmada de que Extremadura perderá, salvo que el parlamento europeo lo remedie próximamente, 700 millones de euros en el próximo Programa Operativo 2014-2020. Tenemos razones para movernos pero ni una palabra de quienes nos gobiernan.
MIERCOLES: Ya tenemos los cálculos de lo que afecta a los pensionistas extremeños la reforma del PP. Desde su puesta en marcha al año 2022 , los pensionistas extremeños perderán 655 millones de euros. Tenemos razones para poner el grito en el cielo pero ni una palabra de quienes nos gobiernan.
JUEVES: Un pasito más en el desmantelamiento del Sistema Nacional de Salud. El copago de los medicamentos que se suministran ambulatoriamente desde los hospitales. Sólo hablamos de tratamientos del cáncer, hepatitis o esclerosis múltiple. Nos dicen que es una pequeña cantidad. Una vez abierta la puerta del copago en hospitales acabará abierta de par en par. Y los que nos gobiernan lo justifican en lo malos que éramos los que nunca lo hicimos.
VIERNES: Hoy les he contado a las familias extremeñas que el 80 por ciento de las Becas de los libros que han tenido que comprar este año, no les llegarán a los que le lleguen, hasta el año que viene. Se han acostumbrado los que nos gobiernan a que la mejor manera de endeudarse menos , es que lo hagan los ciudadanos.
La Junta de Extremadura asegura que cumplirá los objetivos de déficit. Lo que no dice es que será a costa del déficit de los extremeños. Pero eso no importa. Ya se apañarán.