LAS GIOCONDAS DE CEFERINO LÓPEZ

Decir Ceferino López, es decir fotografía. Cefe ha sacado a la fotografía, en todos los momentos, lo que parecía imposible de conseguir. En su Galería “Chapatondo” de la calle Capitán Francisco de Almaraz 2, cercana a la Pza. Luis Chamizo, esta vez nos sorprende con una manipulación y relectura de la imagen de la Gioconda.

La Gioconda adquirió  mayor actualidad, si es que alguna vez la
había perdido, con la aparición de un perdido cuadro,  arrinconado entre los tantísimos que hay en
los almacenes del Museo del Prado, consistente en la copia de la obra de
Leonardo por uno de sus discípulos  y
amante del pintor, Andrea Salai.  La obra
que se envío a la exposición de París, por su frescura, estuvo a punto de quitarle
todo el protagonismo al original. 

No
ha habido cosa más engañosa que la imagen fotográfica. Parece que el fotógrafo
sólo aprieta un botón, y que la tecnología se encarga del resto. Nada más
equivocado, la labor del fotógrafo es fundamental, capta el momento, incluso el
alma, como se temen algunas tribus que se les capte si se les fotografía. Pero
la imagen fotográfica,  siempre se ha
manipulado, para ir más a allá de lo simplemente visual, sobre todo, si lo
captado es un icono referencial, perteneciente al conocimiento y dominio
público. Las nuevas tecnologías, han permitido, siempre que se sepan
manejar,  manipular todavía más la imagen
captada, para darle una visión que  trasciende
la mera representación de un objeto.

Y eso es lo que nos muestra Ceferino
en su Sala Chapatondo, cuyo nombre parece surgir de los suburbios del rap, pero
que sin embargo de todos es conocido el bagaje de cultura clásica del autor, y nos
permite adentrarnos en una etimología, que define la mayoría de sus objetos
expuestos. Ya en otra ocasión lo comenté, pero
no viene mal el volver a rememorarlo: “Porque un “tondo” es una composición
pictórica que se realiza en forma de disco y no en forma cuadrada, como es
habitual, y desde los griegos en el s.IV a.C a los más conocidos pintores del
Renacimiento, todos utilizaron este formato, basado en la filosofía de que; lo
redondo indica perfección. Si el soporte es un material metálico, que se
asemeja a las chapas, tendremos el nombre completo, que define la Sala; Chapatondo.
Y es, que este es un diseño en el que una fotografía, o imagen de cualquier
tipo queda enmarcada. Puede ser la fotografía propia o de marca, por lo que nos
ofrece un soporte decorativo ya sea para el domicilio o para la empresa.”

Describir cada una de las imágenes, en las que el
icono de la Gioconda se ha visto, con una calidad visual inmejorable,
manipulado, impediría el que cada uno pueda disfrutar de sus propias lecturas y
si lo adquiere, de su visión personal y exclusiva. Porque Ceferino no hace las
cosas con una intencionalidad definida, sino como una prolongación de sí mismo,
algo que queda plasmado en el comentario que me hizo en otra ocasión:  -No lo hago para ganar dinero sino por un
impulso interior.

Esta es la diferencia entre un artista y un
comerciante del arte, unos  entregan con
cada objeto parte de su alma, y otros sólo el objeto.