La Guardia Civil ha intervenido en Badajoz 2.000 piezas arqueológicas, entre las que se encuentran 182 monedas procedentes de la cultura íbera, 1570 de distintas culturas, 16 piezas de cobre y bronce y otras 80 piezas como puntas, hebillas, aros y otros adornos metálicos.
Los
hechos se remontan al pasado mes de octubre, cuando la Guardia Civil detuvo
un vehículo, en el que tras identificar a su conductor y registrar el maletero,
se hallaron numerosos restos arqueológicos, de los que al no estar acreditada
su legal tenencia, optaron a su intervención cautelar, para poder así ser
estudiados y determinar su valor y origen.
El propietario de los objetos manifestó entonces que se dirigía a
venderlos, que todo el género era de su propiedad y que fue adquirido mediante
compras, aunque no aportó suficiente facturación acreditativa de ello.
ESTUDIO DE SU PROCEDENCIA
La
Guardia Civil en
colaboración con la
Consejería de Cultura del Gobierno de Extremadura, centra ahora sus esfuerzos en poder
determinar los yacimientos arqueológicos
de procedencia, para así poder evaluar los daños ocasionados en ellos. La
legislación extremeña dictada para la defensa del Patrimonio Histórico, prohíbe
el uso de detectores de metales con la finalidad de búsqueda de restos
arqueológicos, de hecho sólo se conceden autorizaciones para fines de
investigación y estudio.
El propietario de las piezas, se enfrenta a dos sanciones
administrativas. La primera por no declarar la tenencia de estas piezas ante la Autoridad Autonómica competente en la materia, la otra por no
poseer un libro registro donde se anoten las transacciones comerciales y así poder
conocer en cada momento la ubicación de este Patrimonio Histórico. Para poder
recuperarlas, tendrá que demostrar su legal adquisición y procedencia.