España , y Extremadura en mayor medida, no tenían hace cuatro años un problema de deuda, sino de déficit. La brusca caída de los ingresos al llegar la crisis, junto a una parte de gasto que convertimos en estructural sobre ingresos coyunturales, nos llevó de golpe a un déficit alto. El problema es que ahora seguimos teniendo un déficit alto que sigue siendo asignatura pendiente y la deuda se ha disparado. En Extremadura lo incrementaron artificialmente para que fuera mayor antes y lo reducen ahora igual de artificialmente para que parezca menor. Pero la deuda se dispara.Ya todo el mundo da como irreversible un sistema fiscal que nos va a llevar a una deuda equivalente al 100 por 100 de nuestro PIB. Con impuestos altos para la rentas del trabajo y un IVA que en poco tiempo ha pasado del 16 al 21, no somos capaces de lograr el equilibrio fiscal, entre otras razones porque los niveles de fraude fiscal son especialmente altos, el consumo se ha caído y el paro masivo tiene sus consecuencias. En España se celebra con los amigos en el bar que en una inspección de hacienda que has tenido te ha salido a pagar la cuarta parte de lo que te correspondía. Ojo al dato, que decía mi admirado José María García. La deuda es nuestro nuevo problema.
