“Columba palumbus”, es decir, palomas, palomas torcaces. ¿Dónde están? Andan descorazonados los amigos palomeros porque el año de palomas no acaba de cuajar. Unos días se ve algo, muchos nada. Que si en Portugal, que si en la Sierra…y no empezamos nunca.
El
pajarito dizque no ha venido hogaño, ¿De verdad? ¿Recuerdan temporada tan rara?
Para calmar esas ansias pertinaces de campo el cazador se apunta a las batidas
–donde las den – y trata de ponerle los puntos a la zorra. El problema es que
aparecen los cochinos omnipresentes un día sí y otro también. ¿Legislarán de
una vez para que la caza del cochino sea lo más normal del mundo y no haga
falta tanto papel y requisito?
No
hemos tenido ocasión aún de preguntar a nuestros amigos cuquilleros cómo va el
tiempo del perdigón. Se oye cada comentario…que si son chukar, que si griegas,
¿ya no quedan alectoris rufas hispanas? Otro año más esperando la recuperación
del conejo de monte. Y van…
La
temporada declina. Ya pensamos en darle una mano de aceite a las herramientas y
ponerlas a dormir en el armero. Larga travesía del desierto. Papeles nuevos,
nuevas consideraciones, nuevos números de cotos. Ya estamos pensando en la
próxima. scm
