El Sindicato de Enfermería Satse Extremadura ha mostrado su oposición a la implantación de las unidades de gestión clínica en el Servicio Extremeño de Salud (SES) al entender que es el «primer paso a la privatización del sistema».
Satse ha explicado que al tener conocimiento del proyecto-borrador de unidad de gestión clínica a implantar en el servicio de Cardiología y Hemodinámica del Hospital de Mérida se solicitó una reunión de la Mesa Sectorial de Sanidad para que en la misma el director gerente del SES, Joaquín García, informase a los sindicatos representativos del proyecto piloto que se intentaba crear.
«De la citada unidad sanitaria, que cuenta con un equipo profesional de nueve médicos cardiólogos, 18 enfermeras y seis auxiliares de clínica, nunca ha partido la iniciativa de crear dicha unidad de gestión sino que es una imposición del Ministerio de Sanidad de la señora Mato, y solamente cuenta con el apoyo del jefe de la unidad», ha asegurado Satse.
De este forma, las unidades de gestión clínica, al «gestionar sus propios presupuestos», según Satse, «desestabilizan a los demás servicios de los centros hospitalarios», ya que estas unidades «no fomentan la implicación de los profesionales sanitarios, sino que son la puerta de entrada de capitales y proveedores, farmacéuticos e industriales en el sistema público, donde prima lo económico – mercantilista sobre la prestación sanitaria de calidad».
El Sindicato ha indicado que los profesionales sanitarios extremeños, que ya están implicados en su trabajo, están en contra de «recortes, disminución de plantillas y preocupados» por sus derechos y condiciones laborales, que se pueden ver «comprometidos» con esta nueva fórmula de gestión sanitaria.
Ante esto, el secretario autonómico, Damián Cumbres, ha recomendado a los trabajadores que no firmen ningún documento hasta que «no se tenga la seguridad que las condiciones laborales y derechos, que llevan muchos años percibiendo, van a ser respetados por el SES».