Estamos a menos de un año para las próximas elecciones autonómicas y Extremadura sigue teniendo las tasas de paro más altas de España. Aquello prometido de «lo primero el empleo» podemos decir que se ha quedado en «lo último el empleo». Y nadie me podrá negar que el calendario manda, lo dicho en 2011 parece que se pone en marcha en 2014. Ahora si hay dinero para que desde la Administración autonómica se anuncie que se pondrán en marcha medidas de fomento para la industrialización de Extremadura. Pero no se verán los resultados hasta 2020. Soy muy de deducciones simples, y si esto es así, hay que decir que Extremadura ha perdido estos tres últimos años sin lugar a dudas, ya que no contaba con esta iniciativa del gobierno regional y las que se han hecho no son suficientes.
Me parece correcto, evidentemente, pero Extremadura necesita un plan de choque inmediato no en diferido, no más actos de fe cuyos resultados no pueden demostrarse hasta el 2020 y que polarizan la región por sectores y zonas y no por personas.
Los parados y sus familias necesitan ayuda inmediata, la renta básica todo un fracaso de Monago, no acaba de llegar a miles de familias en las que todos sus miembros no perciben ayuda alguna, los jóvenes y no tan jóvenes están abandonando la tierra en busca de futuro y las industrias están como para invertir, podemos dar gracias si no siguen cerrando muchas de ellas, queremos medidas para comer y vivir este año no al que viene.
Las mediadas en rebajas de impuestos y tasas municipales deben ser duraderas, debería decretarse por ley que éstas tuvieran una duración de al menos 6 años, es decir que al inversor se le garantizara que después de mayo de 2015, y una vez resuelta la papeleta electoral, lo prometido
