VIII marcha nocturna por parajes míticos y misteriosos por Ahigal

-Se inició la salida desde la plaza mayor de la localidad de Ahigal, cuando el reloj de la torre dejó caer las diez campanadas de la noche.

Hogaño, se ha cumplido la VIII edición de esta sombría marcha que, a lo largo de la noche, recorre emblemáticos parajes de estos términos, tras las huellas de “Los Encantos”, míticos personas que se remontan a los años de Maricastaña y rodeados de toda una aureola que nos remite a los tiempos en que nuestros medios rurales se bañaban en las puras y enjundiosas aguas de los realismos mágicos.

Durante tres aprovechadas horas, con una dificultad mínima y pateando viejos caminos a lo largo de unos diez kilómetros, en torno a un centenar de personas tomó parte en esta escalofriante y telúrica experiencia, organizada por la Agrupación de “Amigos de Ahigal”.  Hasta de Cáceres y Plasencia se desplazaron algunas personas para integrarse en la marcha. Provistos de  buenas botas o zapatillas de deporte, los participantes se lanzaron a incursionar por esas sendas de dios y del diablo y procuraron no quedarse nunca los últimos, a fin de tener siempre resguardadas las espaldas.  Y es que los relatos, que fueron desgranando algunos miembros de la mencionada agrupación “Amigos de Ahigal”, como el historiador y etnógrafo José María Domínguez Moreno, pusieron más de una vez los pelos de punta de los congregados.  Más de dos, en el recorrido,  volvieron la cabeza hacia la oscura impenetrabilidad de la noche, creyendo que ciertos seres míticos y maléficos caerían sobre ellos al menor descuido.

La marcha se inició en la plaza mayor de Ahigal nada más escucharse las sonoras campanadas de las diez de la noche, adentrándose por misteriosos lugares, como “Las Oliveras del Tesoro”, la “Fuente Leje”, las “Pasaeras de Mencholope”, el “Pozo del Cinojal” y “Mingulobitu”.