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“ EL GOLFRAN”

OPINIÓN
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             Años de posguerra, cuando el hambre hacía sonar las tripas y en la gran ciudad, como hoy en día, mucha gente rebuscaba en la basura.  No tan mal para algunos por esos pueblos de dios y del diablo que se camuflan entre coscojas y batolitos graníticos. El wolframio (el “golfran” decían los paisanos) había revolucionado la hambrienta tranquilidad de aquellos términos y más de dos pudieron llenar regularmente la andorga.  Manuel Gutiérrez Barroso, hijo de Ti Anastasio Gutiérrez Alonso y de Ti María Barroso Cabezalí , y más conocido por Ti Manuel “Pindoli”, andaba metido en la profunda zanja donde estaba la veta del wolframio, allá por los parajes de “Los Romeros”, y, de pronto, un becerro retozón, que pastaba en las inmediaciones, perdió pie y vino a caer sobre sus sudorosas espaldas.  Varias costillas rotas y radicalmente quebrada la fuente de subsistencia que le hacía la vida más llevadera en aquellos calamitosos tiempos.

 

 

     Jamás supo Ti Manuel “Pindoli” de la cumbre hispano-alemana que tuvo lugar después de la Conferencia de Múnich (29-9-1939).  ¡Ni falta que le hacía!  Allí se acordó la contraprestación que España pagaría por la ayuda militar prestada por el III Reich: numerosas concesiones mineras, especialmente de wolframio, mineral tan sumamente importante para blindar carros de combate y navíos de guerra.  Inglaterra, por parte de los aliados, también metió las narices en el asunto y se inició todo un mercado negro del “golfran”.  Pronto aprendieron los labrantines del norte cacereño a husmear entre las moleñas y dar con el negro mineral.  Mi abuelo materno, Quintín Gutiérrez Alonso (conocido por Ti Quintín “El Frontino”), que minó, en compañía de otros, un “cercao” de su propiedad al sitio de “Las Piedras Llanas”, me refería: “El golfran quitó mucha jambri.  Lo llevábamuh a la Caseta de lah Mínah, qu,ehtaba allí d,encargau unu qu,era forahteru y que le dicían Guillermín. Pol la cuenta, dihpué se lo llevaban pa Portugal.  En una de lah trinchérah que abrímuh, se vinu un terraplén encima y cogió embaju al parienti Márcuh (Marcos Montero Barroso, del clan vecinal de “Los Frailes”) y le partió una pierna.  Cuandu perdió la guerra Alemania, ya dejaron de venil a buhcal el golfran”.

 

 

     Pero si la historia del wolframio en aquellos años de posguerra en Extremadura está aún por hacer, sí se ha hecho, no hace muchas horas, un alto el fuego entre las milicias prorrusas y el Gobierno de Ucrania.  No un tratado de paz, que eso es algo más serio. Simplemente, un alto el fuego, que, estando los ánimos muy caldeados, puede que se viole a la mínima de cambio. Los mandamases del PP, que actualmente tienen la vara de mando en este país, no han querido ser menos y, como obedientes discípulos de aquella OTAN en las que nos metió el que ayer fue socialista y hoy multimilonario don Felipe González Márquez, han querido contribuir a la causa ucraniana enviando 300 cascos y 500 chalecos antifragmentos, tomando así partido por una de las dos facciones en litigio.  Dinero no habrá para los enfermos de hepatitis C, pero sí para entregar unas limosnas al chocolatero Poroshenko, presidente de Ucrania.  Cuando Ti Manuel “Pindoli”, el que naciera en 1891 el día de San Inocencio (pobre mártir, degollado por el procurador Triponcio), peinaba ya un montón de canas, los prebostes franquistas entregaban a la Alemania nazi toneladas de wolframio e incluso toda una legión de voluntarios (División Azul).  Ahora, Rajoy y los suyos remiten a Ucrania, a quien también apoya Alemania, una pila de cascos y de chalecos. Qué lástima que no esté vivo el humorista y republicano Miguel Gila Cuesta, pues con su teléfono, su casco y sus hazmerreíres bélicos habría sacado larga punta a estos sucesos.  Lo que no sabemos es si nuestro derechista presidente del Gobierno ha dado órdenes para que se envíen, como antaño, un montón de escapularios, a fin de que los militares ucranianos hagan buen uso de ellos y logren la total conversión de la patria del revolucionario Vladimir Ilich Uliánov, “Lenin”. 

 

 

     Si ya, en 2003, aquel otro pepeísta, el musculado José María Aznar, formó parte del Cuarteto de las Azores (hay que poner en lista, también, al antiguo maoísta y portugués Durao Barroso), metiéndonos en el berenjenal de Irak, en estos días Rajoy, un títere más como tantos otros de la Unión Europea de los intereses OTAN-EEUU de Norteamérica, nos embarca a los españoles en un conflicto tan serio que, en palabras de Stephen F. Cohen, uno de los más creíbles analistas norteamericanos, “ha supuesto un claro y duro enfrentamiento entre EEUU. y Rusia, siendo incluso más peligroso que la crisis de los misiles en Cuba del año 1962 (“The Nation”, 27-8-2014).  Sabido es que el gobierno de Ucrania está apoyado por formaciones filonazis y fascistas y que las revueltas surgidas en este país, que derrocaron al legítimo gobierno salido de las urnas, fueron alentadas por los belicistas de la Guerra Fría.  Una de las máximas responsables ha sido Victoria Nuland, que dirige la Oficina Europea del Departamento de Estado de la nación yanqui, junto con el belicoso Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.  Incluso EEUU ha reconocido que invirtió 5000 millones de dólares para derrocar a Yanukovich, presidente democrático de Ucrania.

 

 

     No dejan de provocar los guerreros de la OTAN, o las geoestrategias de los EEUU, que viene a ser lo mismo, saltándose los acuerdos firmados con Rusia, donde se dice muy clarito que el país ucraniano quedaría libre de las garras expansionistas-imperialistas del Tío Sam.  Pero los condottieros  de este barco rojo y gualda, apoyados por numerosos poderes mediáticos que vuelven a pintarnos a Rusia como la reencaración del estalinismo, solo siguen al dictado las consignas que les envían el achocolatado Obama y sus halcones de curvado pico.  ¿Y qué hace la izquierda mientras tanto?  ¿Por qué no se moja y revoluciona las calles como cuando la invasión de Irak?  No se olvide que nuestro suelo patrio está hipotecado al imperialismo por medio de las bases estadounidenses ubicadas en distintos puntos geográficos.  ¿Qué ocurriría en caso de un serio conflicto con Rusia?

 

 

     Mientras tanto, por estas tierras en las que algunas bellotas ya están a punto de suicidarse contra el suelo, estamos en vísperas de atrapar el Día de la Comunidad.  A nuestro paisano Ti Manuel “Pindoli”, el que se casó con Ti Estanisláa Díaz Hernández, le había tocado varear muchas bellotas pero no llegó a conocer ninguna celebración del Día de Extremadura.  La guadaña de la parca se lo llevó una Nochevieja, a las mismas doce de la noche, al descalabrarse en las escaleras de su casa.  Corría el años 1963.  Pero seguro que al nieto paterno de Ti Andrés Gutiérrez  y de Ti Antolina Alonso no le hubiera gustado tirar muchos cohetes ese día en una Extremadura donde el paro sigue su ritmo galopante y los bancos de alimentos no dan abasto, pese al humo grandilocuente y estratosférico, por no decir chirriante y bufonesco, que nos vende la derecha que lleva las riendas por nuestros pueblos y ciudades.

 

 

     Tampoco oyó hablar nunca el nieto materno de Ti José Barroso y de Ti Micaela Cabezalí sobre esa palabra rara del bipartidismo.  Pero alguien que sería todo un personaje y que nació 48 años antes que él, el escritor canario Benito Pérez Galdós, decía, en 1812, en “La fe nacional y otros escritos sobre España”: “Los dos partidos (liberal y conservador) que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar del presupuesto y no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica… Pasarán unos tras otros, dejando todo como hoy se halla”.  Seguro que a muchos le suena esta música, cuyas partituras las tienen el PP y el PSOE.  Nuestros actuales gobernantes extremeños, y los anteriores, están en el ajo, pero seguro que se sonreirán mutuamente cuando el próximo lunes celebren el día de Extremadura.  Ya lo ha advertido el jacobino socialista Alfonso Guerra, llamando a un entendimiento entre ambos partidos contra “Podemos” y su “neocomunismo”.

 

 

     Si desnortados andan el PP y otras derechas nacionalistas ante las brasas que le queman el trasero (¡ay de las prebendas de la casta!), igualmente lo están las huestes socialdemócratas.  ¿A qué viene, sino, la diarrea ideológica de Rodríguez Zapatero, haciendo campaña la última semana de agosto en Uruguay a favor del derechista Partido Colorado, que dirige el abogado Pedro Bordaberry?  Las encuestas que hablan de las escobas que vienen barriendo frenéticamente los están poniendo a caer de un burro y no paran de encender velas a Santa Rita de Casia.  Los antiguos latinos ya lo decían: “Qui  seminat iniquitatem, metet mala”.  Pues eso, que cada cual aguante su vela.  Ti Manuel “Pindoli” ya tuvo bastante aguantando el peso del choto sobre sus costillas, cuando se desmigajaba las uñas tras el “golfran”.

 

   

 


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