La organización APAG Extremadura Asaja ha solicitado a la Consejería de Agricultura que ultime toda la tramitación burocrática necesaria para que este año se vuelva a adelantar el pago al 15 de octubre de las ayudas directas de la PAC 2014, debido al «cúmulo de circunstancias negativas» que está padeciendo el sector agro-ganadero en Extremadura.
Ha advertido asimismo de que los principales problemas que se están padeciendo son la bajada de precios en ovino y las inclemencias meteorológicas tan poco positivas para el campo.
En concreto, apunta que tomando como referencia corderos de 23 kilos en junio y julio de 2013 la media del cordero estaba en 65 euros y en Agosto de ese mismo año en 71 euros. Sin embargo, en el año actual se registra en junio un precio de 63 euros, en julio 61 euros y en agosto 61,5 euros, lo que equivale a unas pérdidas de un 14 por ciento con la consiguiente «merma de poder adquisitivo» para el ganadero que «podría haber aliviado sus gastos con la bajada de los cereales».
Esta bajada no se ha correspondido con el precio de los piensos transformados, mientras cereales como el maíz, cebada o trigo pueden estar rondando los 17 céntimos y el mantenimiento de oveja no vale menos de 25 céntimos y el pienso de los corderos se encuentra en unos 42 céntimos.
Como consecuencia de todo ello, la organización agraria considera que es en estas situaciones donde las administraciones «tiene que ser ejemplares», al tiempo que añade que éstas «ni están ni se les espera».
Considera que es difícil de entender para los productores que con situaciones como las descritas no haya ningún representante político o el propio Tribunal de la Competencia que actúe en consecuencia.
Por el contrario, indica que «una asociación o una cooperativa en defensa de un precio justo si lo manifiesta públicamente podría tener problemas con las autoridades anteriormente mencionadas».
CLIMATOLOGÍA ADVERSA
Continuando con las circunstancias negativas padecidas por el sector, Apag Extremadura Asaja lamenta la climatología adversa que se padece desde mediados de abril, y a partir de la cual se «vino encima de manera precipitada la actual sequía que se está padeciendo».
Esta situación, según añade, «está llevando a tener que alimentar un mes más al ganado», lo que provoca en la cabaña ganadera «unas pérdidas mensuales de unos 40 millones de euros solamente en ovino y vacuno».
En este sentido, señala también que si el otoño se pone “caprichosamente seco» la situación se irá agravando, incrementado los gastos «de manera ostensible».
Advierte al respecto de que con esta situación en la que están viviendo los ganaderos extremeños, «de no inyectarse liquidez en el sector de forma inmediata se hará muy difícil la supervivencia para bastantes explotaciones ganaderas en la comunidad».
