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REALIDAD Y PRESUPUESTOS

OPINIÓN
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Ayer, un día antes de que el Ministro de Hacienda y Presupuesto presentara los Presupuestos 
Generales del Estado, hemos asistido a otra presentación menos rimbombante, menos 
espectacular, pero más real.

El Secretario General de Cáritas explicaba que la ONG que preside atendió en 2013 a 5’02 
millones de personas, más de la mitad en España. La cifra supone un incremento de 608000 
personas, con respecto al año anterior. Por comparar y dimensionar la cifra podríamos compararlo 
con la mitad de los habitantes de Extremadura. 

Por eso no casa esta realidad que muestra Cáritas, con el triunfalismo de la presentación del Sr. 
Montoro, ni con la frase hecha de la «consolidación de la recuperación». El Secretario General de 
Cáritas y los datos que aporta Cruz Roja, son el termómetro que marca la temperatura de este 
país en crisis

El dinero de Cáritas se dedicó a la alimentación, educación, vestido, e higiene. Lo más primario en 
lo que se puede ayudar a una familia. Lo importante es lo que hay detrás de los números, 
desgarradoras historias de personas al límite de la supervivencia.

Estos presupuestos que se han presentado hoy son una mala noticia para la clase media, que ve 
perpetuados los recortes, y una buena para ese 10% al que le han bajado los impuestos. Los que 
forman parte de ese selecto club de los más ricos del país.

Estos Presupuestos Generales del Estado siguen con la política de austeridad que nos han 
llevado donde estamos, 5,08 millones de personas atendidas por Cáritas, 21000 solicitudes de 
Renta Básica en Extremadura, pensionistas a los que sólo se le subirá un 0’25 la pensión, y un 
largo etc, que haría interminable este artículo.

Y no lo digo yo, porque pertenezca a la oposición, lo dicen, entre otros, los obispos de Euskadi, 
que en su pastoral hablan de la necesidad de terminar con esta política económica que en pocos 
años ha ensanchado la fractura social, y piden una economía distinta que permita que las políticas 
económicas tengan en cuenta a las personas y a la igualdad global.


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