La subida del paro en Extremadura durante el mes de septiembre es algo incuestionable, los datos oficiales no tienen vuelta de hoja. No así las reacciones por parte del gobierno de Monago y de los alcaldes del Partido Popular, que miran para otro lado, alardeando incluso de que Extremadura es una de las regiones españolas que más han crecido.
Se han propuesto además que no quepa la menor duda de que vivimos en una región prospera iniciando una campaña en radios y televisiones que no hace más que causar rechazo en quienes la escuchan, ya que nada más lejos de la realidad que lo que en ella se pinta.La gente está parada, no tiene ingresos, tiene que ser atendida por Caritas, pero los servicios públicos le van a la zaga. ¿De qué nos sirve una administración que cumple con los objetivos de déficit si no presta unos servicios públicos de calidad? El deterioro evidente de la sanidad pública extremeña es el ejemplo más palpable de que no hay duros a cuatro pesetas.
No quiero ser pesimista pero estimo que no hemos tocado fondo, que todavía va a quedarse mucha más gente por el camino, mientras quienes (des)gobiernan Extremadura siguen más pendientes de salir en los titulares de los periódicos nacionales, en las fiestas, en otorgar meritos, distinciones y calles varias a cualquiera, en hacerse fotos, en salir en las redes sociales y en aguantar como sea una legislatura absolutamente prestada con los votos de Izquierda Unida ( que ya no es izquierda ni está unida) que les ha llevado al paraíso de creerse los mesías de una recuperación que ningún extremeño sensato ve por ninguna parte.
