MAREANDO LA PERDIZ

Marear la perdiz en política no es bueno ni para quien la marea ni para la perdiz, entendiéndose que el mareador es el político de turno y la perdiz los ciudadanos. Si esto fuese una noticia, el titular sería: “Acedo para la venta de la Residencia Oficial de los Presidentes”, que es, en resumidas cuentas, lo que el alcalde capitalino ha venido a decir en la mañana del jueves 4 de diciembre de 2014 en una rueda de prensa urgente convocada por su gabinete. Eso a  nueve horas de que estuviese previsto celebrarse una concentración en frente de la citada Residencia y convocada por todo Mérida menos el Partido Popular.

 

Lo único que ha aclarado Pedro Acedo es que “la casa se queda para los emeritenses”, pero sin decir, en momento alguno, si habrá compensación económica alguna por parte del Ayuntamiento de Mérida a la Junta de Extremadura. Lo único que se sabe, de momento, es que ha hablado telefónicamente con José Antonio Monago, que se encuentra de turismo institucional en Bruselas, es decir, pagado por todos los extremeños, y que ambos habrían acordado que la Residencia Oficial pasaría a ser patrimonio de Mérida, para lo cual se reunirán el lunes 15 de diciembre en Mérida.

 

Es lo que tiene hacer una política a salto de mata y de la improvisación, fruto de los problemas que uno mismo se busca por no tener la cabeza en lo que se debe tener y perderse por las playas de Canarias y pagar vuelos de Tenerife a Sevilla con cargo a la VISA del Senado. Ya dijimos en esta misma tribuna que no nos habíamos creído al presidente de la Junta de Extremadura cuando, en el pleno que debía controlar sus viajecitos y sus pagos con dinero público a una linda colombiana empadronada en Tenerife, saltó por peteneras con lo de la dichosa Casa de los Presidentes.

 

Después, por si la tontería no fuera mayúscula de por sí, al día siguiente salía la vicepresidenta Cristina Teniente a lo Cruella de Vil, vendiendo tanto humo que casi se asfixian los apaches. Se habían recibido muchas ofertas por el inmueble, decía, y una de ellas era la del Ayuntamiento de Mérida. Tanto el director de Digital Extremadura como yo sabemos que Pedro Acedo está “indignado” con sus compañeros de partido, porque le habían echado encima a todo el pueblo de Mérida después de una gestión ordenada y eficaz; fruto de ello, es que Acedo ha conseguido reducir la deuda dejada por Ángel Calle y ha elaborado unos presupuestos para 2015 que son los más inversores de los presentados hasta el momento..

 

Sé con certeza que a Pedro Acedo no le gustan dos cosas, principalmente: una las tonterías y la segunda que jueguen con su reputación. Ser el mejor alcalde de Mérida de toda la etapa democrática no se consigue con humo sino con hechos. Él, que viene de abajo, que se ha forjado una reputación ejemplar como empresario y que ha sido votado con mayoría absoluta por los emeritenses elección tras elección, no va a consentir ahora que venga el listillo de Monago a poner en cuestión su currículo.

 

Lo malo de todo esto es que la noticia avanzada, que no explicada al detalle por Acedo, se produce cuando había una concentración convocada de la que algunos, los partidos claro, esperaban sacar rédito electoral, pero fue desconvocada por la Delegación del Gobierno, en una clara decisión política ya que este tipo de actos se autorizan todos, alegando que se había solicitado con menos días de antelación de lo permitido. Como postre, sí ha autorizado el amigo de Monago,  López Iglesias, a la sazón responsable de la cosa de la Delegación del Gobierno,  que se lleve a cabo el próximo día 11 de diciembre.

 

Cuentan que un presidente de la Junta de Extremadura vivía en el mismo edificio que el delegado del Gobierno, Germán López Iglesias. Éste se presentó un día en el domicilio particular del presidente, con el motivo de expresar un deseo y despejar una duda. El deseo era emprender la muy noble actividad política. La duda en qué partido iniciar su andadura política. Inmediatamente, y ante la solidez ideológica de López Iglesias, el presidente respondió: “Sin duda tú has de afiliarte al PP”.

 

El daño que haya podido hacer Monago al alcalde de Mérida es irremediable y se sabrá el último domingo de mayo de 2015, pero en el ambiente está que Pedro Acedo ha hecho uso de su autoridad, moral y política, en el Partido Popular y ha puesto las cosas en su sitio. Una exclusiva: Pedro Acedo ha hablado con un miembro del Gobierno de Mariano Rajoy, que es mujer, y que le ha dicho que no se preocupe.

 

Al presidente de la Junta de Extremadura se le acaba el tiempo de las mentiras y ha de pasar a la acción, bien dimitiendo que es la única salida honrosa que le queda, bien manteniéndose en el poder y condenando a su partido a la oposición.

 

En cualquier caso, es una grata noticia la dada por el alcalde Pedro Acedo, fruto de sus llamadas y de su poder de decisión y autoridad moral en el Partido Popular: él no tiene nada que esconder. No como otros.