El candidato del PSOE, Luis Salaya, ha exigido que de inmediato se pongan en marcha cambios en el servicio de autobuses urbanos de la ciudad, “es un clamor social la existencia de errores de bulto tras la nueva concesión, que solo ha acarreado más molestias y más costes para los usuarios”.
Errores que van de norte a sur de la ciudad, desde Mejostilla hasta Aldea Moret y desde Castellanos hasta San Francisco, sin olvidarnos de Valdesalor o de Rincón de Ballesteros, y que confluyen en el batiburrillo de nuevas paradas que se han ubicado a apenas cien metros de diferencia en Avenida de España o Hernán Cortés. Todos los puntos de la ciudad están afectados.
Salaya apremia a la alcaldesa a que actúe de verdad escuchando las demandas ciudadanas, y la ha instado a que se reúna de inmediato con los vecinos y que convoque una mesa de diálogo para la reestructuración de las líneas.
“En muchos casos, el equipo de gobierno ha reconocido ya errores en varias de ellas y lamentamos que la alcaldesa senadora esté dilatando la rectificación de esos errores por motivos electorales y por arrancar un puñado de votos”.
El candidato del PSOE, además, propone que de inmediato se implemente el billete único, que permita el uso de varias líneas de autobús sin necesidad de pagar dos o tres billetes en un período de una hora, lo que garantizará sin duda aumentar el número de usuarios. Dar facilidades de uso de un servicio público es una obligación.
También cree que debería estudiarse la puesta en marcha de una línea circular tal y como existe en la mayoría de ciudades. Salaya considera además irracional la subida de precios del autobús, que revierte en un descenso de uso y que no exista ningún tipo de bonificación más allá del bono mensual. En este sentido propone que se pongan en marcha bonificaciones para desempleados, mayores o jóvenes.
No asumir estas medidas y propuestas, añade, “puede desembocar en que Cáceres cuente con una flota de autobuses nueva que se desplace sin pasajeros por toda la ciudad”.
Piden también que si fuera posible se paralice la llegada de los nuevos autobuses y que se reconsidere la compra de tantos autobuses de tanto tamaño. “Nuestra ciudad no necesita unos vehículos de tanta capacidad sino mayor frecuencia y más voluntad por crear de vedad un servicio público, que incremente el uso y que sea bien valorado por los cacereños”.
Estas valoraciones generales están incluidas en términos parecidos en el PIMUS a modo de reproche al equipo de gobierno. Salaya señala que las críticas y exigencias tienen tanto un contenido social, al asumir reivindicaciones ciudadanas, como técnico, pues también se hace eco de las formulaciones de la empresa redactora del Plan de Movilidad.
“Existen, por tanto, dos modelos diferentes. El que hoy volvemos a defender los socialistas, vinculado a considerar el autobús urbano como un servicio público que busca la rentabilidad social, o el modelo de Elena Nevado, tan solo condicionado a resultados económicos sin importarle mejoras, calidad para los cacereños y escuchar sus propuestas”, concluye el candidato.
