Jornada empresarial sobre la vigilancia estratégica para diferenciarse y ser más competitivos

Una jornada empresarial ha analizado la vigilancia estratégica como una forma de diferenciarse y ser más competitivos, por ello es necesario que esté en el Adn de la empresa y todas las personas que la forman deben tener claro que la empresa tiene que estar cambiando permanentemente para ser la mejor.

Alvaro Jiménez, Consultor Sénior en el ámbito del Emprendimiento y la Competitividad, analizó estos asuntos en la jornada “Vigilancia estratégica: cómo utilizarla para mantener la competitividad”, que se ha celebrado dentro del proyecto “Cáceres Innovación”.

La vigilancia estratégica o competitiva, explicó, “es el esfuerzo organizado (sistemáticamente) en la empresa para observar, captar, analizar, recabar, recuperar….cualquier clase de información de nuestro entorno que pudiera indicar una oportunidad o una amenaza para la empresa en diferentes ámbitos”.

Es necesaria, destacó, para lograr la diferenciación y ser más competitivos, “venimos de una época de vacas gordas, y nos ha pillado la crisis tan mal porque no estábamos preparados para los cambios, porque no teníamos una actitud de ver que hacen otros, de mejorar, de diferenciarnos de la competencia. No hay cultura de eso, y las empresas que lo hacen, despuntan con una facilidad tremenda”.

Por ello hay que estar en permanente actitud de alerta “ante lo que me puede pasar en el futuro para diferenciarnos y para estar siempre con capacidad de reacción. Vigilo para ser más competitivo. Es un proceso, y tenemos que meter la dinámica en la empresa. Debe estar en el Adn de la empresa, ir con la empresa, todas las personas de arriba abajo deben tener claro que la empresa tiene que estar cambiando permanentemente para ser la mejor”.

Pero en muchas ocasiones falta esa actitud, indicó, “porque no se aceptan las propuestas de subordinados, o porque determinado departamento no pensamos que aporte a la dirección de la empresa, y cualquiera puede aportar. Tampoco hay cultura en este país de compartir, colaborar, intercambiar impresiones, y si todos avanzamos y ofrecemos mejores servicios y productos, tendremos una clientela de mejor calidad y que gaste más dinero”.

Jiménez señaló cuatro ámbitos en la vigilancia estratégica: competencia “asociada al seguimiento de qué hace la competencia, qué y cómo vende, cómo comercializan…”; comercial, “clientes y proveedores, solvencia, identificación de cambios en las necesidades de los clientes, oportunidad para innovar en nuestra oferta, nuevos productos proporcionados por los proveedores…”; tecnológica, “las tecnologías disponibles y aplicables a nuestro ámbito de actuación, y el entorno, los hechos externos que pueden afectarnos; normativas, política, medio ambiente…”.

Si decidimos implantar un sistema de vigilancia competitiva, indicó, “es fundamental que esté alineado con la estrategia de la empresa; tener claramente identificados los ámbitos, aspectos, temáticas en los que se quiere realizar la vigilancia; integrarlo en los procesos del día a día de la empresa; identificar responsables/equipo de trabajo, análisis y gestión de la información obtenida; potenciar/incentivar la participación de todo el personal; hay que respetar ética y legalidad, incluye la vigilancia multisectorial; debe tener presupuesto y recursos asignados, con objetivos claramente identificados, y colaborar con otras empresas/socios”

Y todo ello hay que hacerlo con una metodología, detalló, “con identificación de necesidades, captación de información, análisis de información, difusión de resultados y decisiones”.