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UN ANFITEATRO ROMANO, CON PELOTAS

OPINIÓN
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[Img #42507]Pues no, no voy a hablar de los gladiadores que se jugaban la vida en el Anfiteatro emeritense, sino de las otras pelotas que serán las protagonistas del World  Pádel Tour.

 

El anuncio de que el Anfiteatro romano se convertía en escenario de la celebración de este evento deportivo, ha puesto en guardia la sensibilidad de los conservacionistas y de los que opinan, que tiene muchos años y que, como les ocurre a las personas mayores, ya no está para muchos “meneos” sin que le vaya en ello un deterioro de su salud. Y proponen la celebración el mismo en la Plaza de Toros, lo que tampoco es mala idea.

 

Sin embargo asentado el primer sobresalto, y contados los prescriptivos, del uno al cien, que aconseja la prudencia antes de soltar una barbaridad, puede, que con las debidas precauciones, no sea  tan mala idea. Los monumentos romanos, “sufren” el diario trasiego de los que  vienen a visitarlos, y se convierten en cierta manera en nuestra imagen y tarjeta de visita. Ya se está utilizando el Teatro Romano para espectáculos, aunque algunos me parece que son manifiestamente inadecuados, pero eso es otro tema, reconozcamos, que al fin y al cabo esa era su función inicial. Este hecho, ha conseguido que se mejorara su infraestructura conservacionista, y ya no acabas, tras contemplar una obra de Teatro, con el regusto de disfrutar de los textos clásicos, en el cerebro, y el molde de las milenarias piedras, trasplantado en el trasero. Sin contar las que se desprendían de sus sitios originales, por el trasiego de esos días.

 

 Pero no es novedad el que se utilicen los Monumentos, el Circo  se usa, a veces, para ciertos eventos, y hasta en el mismo Anfiteatro tiene cabida uno de los espectáculos religiosos, que a quien lo ha vivido, le resulta difícil de olvidar, y que ha puesto,  al Vía Crucis de  la Semana Santa emeritense,  en el escaparate de las celebraciones religiosas más importantes que se celebran en España, durante estos días.

 

En época de recortes, en los que la cultura y sus entornos, se convierte en la hija segundona de la política, el que pueda conseguirse  dinero para una actuación, que permita una mejor conservación del Monumento y le haga menos sensible al deterioro del diario trasiego de visitantes, no es mala idea.

 

Monumentos romanos como el de Nimes son escenario de corridas de toros, y ponen en el mapa,  a dicha población, mucho más que sus ilustres vestigios.

 

Los amantes de las vetustas piedras, que son el estuche en el que se guarda nuestra historia, nuestro orgullo de pueblo y nuestra memoria, puede que seamos como los padres, que estamos temerosos que a nuestros hijos pueda pasarles algo y es posible que a veces los sobreprotejamos lo que necesariamente no es lo mejor.

 

No es fácil que a alguien se le ocurriera la idea de hacer la  competición en el Anfiteatro, aunque al fin y al cabo, fue un lugar de combates, aunque en esta ocasión estos serán menos sangrientos. Quizás como esas genialidades que a veces vemos en el arte,  y que nos impactan, este campeonato publicite por la originalidad de “su marco incomparable” (si no digo la tópica frase, me da algo) a la ciudad de Mérida y por supuesto a Extremadura, a nivel mundial  y esto nos proporcione, como ocurrió con Barcelona, un despegue económico que rentabilice la “herencia romana”. Porque como los hermosos vestidos que se muestran en los escaparates, si no se “venden”, “están”, pero su rentabilidad, es nula y hasta costosa.


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