Los alojamientos de turismo rural tendrán un año para adaptarse a la nueva normativa

Los alojamientos de turismo rural de Extremadura tendrán un año de plazo desde este martes día 21 para adaptarse al nuevo decreto que ha publicado el Diario Oficial de Extremadura (DOE) con objeto de ordenar el sistema de clasificación de estos establecimientos, cambiando las actuales encinas por estrellas verdes.

Según establece la nueva normativa todos los alojamientos rurales que con anterioridad a la entrada en vigor del nuevo decreto estuvieran inscritos en el Registro General de Empresas y Actividades Turísticas de Extremadura, tendrán un año máximo de plazo para reclasificarse de acuerdo a la nueva disposición en su artículo 9 en el que se especifica que la categoría de cada establecimiento irá de una a cinco estrellas de acuerdo a la suma de unas puntuaciones obtenidas tras valorar diferentes áreas.

Para hacer esa transición y pasar de las encinas a las estrellas verdes se les prestará apoyo desde la Dirección General de Turismo, tal y como anunció el consejero de Fomento y Turismo, Víctor del Moral, durante la presentación de la nueva normativa.

El número de estrellas se concederá en función de las instalaciones, equipamientos y servicios que ofrezca cada establecimiento e irá de diez puntos como mínimo para obtener una estrella a 85 puntos que permitirá obtener las cinco estrellas.

El Decreto establece un sistema basado en la baremación del grado de cumplimiento de una serie de criterios entre los que se tendrán en cuenta siete áreas de valoración de muy diversa índole que califican el entorno y situación del establecimiento turístico, su equipamiento, el trato con los clientes y las medidas de sostenibilidad, respeto al medio ambiente y calidad implantada en su gestión, entre otras.

La nueva normativa, publicada en el DOE, especifica los elementos que debe cumplir un alojamiento turístico para obtener la denominación de ‘rural’.

Así se indica que deben estar ubicados en el campo o en núcleos rurales con menos de 10.000 habitantes, y que sus características arquitectónicas, estructuras y materiales deben respetar las particularidades propias de las zonas donde se asienten.

CATEGORÍAS

En cuanto a las clases de alojamientos rurales establece dos categorías, por un lado los hoteles rurales y por otro las casas rurales.

Los primeros son los establecimientos que se encuentren situados en edificios existentes o de nueva construcción con un valor arquitectónico tradicional, histórico o cultural ubicados en el campo o en núcleos rurales de población en los que se facilite la contraprestación de alojamiento de forma habitual y mediante contraprestación económica; y las segundas son aquellas viviendas independientes o autónomas, de arquitectura tradicional, también ubicadas en el campo o en núcleos rurales en las que se proporcione, mediante contraprestación económica, la prestación de alojamiento, con o sin manutención.

Dentro de las casas rurales se establecen dos subtipologías: las casas-apartamento rural y las casa-chozo, para distinguir entre las construcciones que tienen estructura de bloque de aquellas otras cuyo diseño se asemeja a las construcciones de los chozos tradicionales.

El nuevo decreto, que viene a poner en orden todo el sector y a homogeneizarlo para permitir la promoción exterior, detalla todos los requisitos que deben cumplir este tipo de alojamientos.

Así se especifica el régimen de admisión y acceso público indicando que se trata de establecimientos abiertos al público, de libre acceso y en los que las empresas podrán negar la entrada o expulsar a quienes incumplan el reglamento o pretendan usar las instalaciones para una finalidad diferente para la que les es propia.

También se señala que deben exhibir en la entrada principal una placa identificativa como las recogidas en el anexo III del decreto en las que junto a las siglas CR (para casas rurales) o HR (para los hoteles rurales) aparezcan el número de estrellas verdes que tiene cada alojamiento.