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El gasto farmacéutico de los hospitales públicos crece un 16,9% en Extremadura en los 10 primeros meses de 2015

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La factura farmacéutica hospitalaria, con y sin los fármacos de la hepatitis C, ha crecido un 16,9 por ciento en Extremadura en los 10 primeros meses de 2015.

[Img #49341] Así, mientras que Madrid (37,5%), Baleares (33,5%) y Asturias (32,6%) es donde más ha crecido el gasto en los diez primeros meses del año 2015, en Extremadura (16,9%) o Navarra (19,6%) el gasto hospitalario se ha incrementado la mitad.

  

De este modo se desprende de los primeros datos del gasto farmacéutico hospitalario del Sistema Nacional de Salud (SNS) remitidos por las comunidades autónomas al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, a los que ha tenido acceso Europa Press,

  

Además, excluyendo la hepatitis C se observa cómo hay algunas comunidades que incluso han logrado reducir su factura hospitalaria, caso de Asturias (-5,3%), Castilla y León (-4,4%), Comunidad Valenciana (-4%) y Madrid (-2,6%). En Galicia y Baleares, en cambio, el gasto hospitalario ha crecido igualmente un 15,3 y 12,5 por ciento, respectivamente.

 

DATOS GENERALES

  

Por su parte, el gasto sanitario de las comunidades autónomas se ha disparado en 2015 por los nuevos medicamentos orales de la hepatitis C, con un alto nivel de eficacia pero también muy caros, lo que ha hecho que la factura farmacéutica de los hospitales públicos haya crecido más de un 25 por ciento con respecto al año anterior.

  

La reforma de la ley de financiación autonómica y de estabilidad presupuestaria, aprobada en mayo de 2015, incluía una modificación de la Ley General de Sanidad que obligaba a los Gobiernos autonómicos a informar periódicamente de lo que gastan en medicamentos y productos sanitarios, tanto los que adquieren con receta los pacientes en las farmacias como los que se usan en los hospitales.

  

De este modo, hasta octubre de 2015 el gasto devengado en productos farmacéuticos y sanitarios de las comunidades autónomas (sin incluir Ceuta y Melilla, que dependen del Ingesa) ascendía a 16.669 millones de euros, un 9,2 por ciento más de los 15.259 millones del mismo periodo del año anterior.

 

CONSECUENCIAS DEL AUMENTO

  

La reforma de la ley de financiación autonómica establecía que el Gobierno podría penalizar a aquellas comunidades cuyo gasto global en medicamentos creciera por encima del Producto Interior Bruto (PIB) de medio plazo de la economía española.

 

  En concreto, se preveía la creación de un instrumento de apoyo a la sostenibilidad del gasto farmacéutico y sanitario al que podían adherirse de forma voluntaria las comunidades, lo que les ofrecía una serie de ventajas económicas en caso de cumplir con los límites de gasto acordados, que serán revisados cada año.

  

Sin embargo, las comunidades que lo superaran no podrían prestar servicios distintos de los incluidos en la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) ni tendrían acceso al reparto de recursos económicos en materia sanitaria por parte del Estado.

  

No obstante, para ver si el crecimiento de algunas comunidades es superior al PIB de medio plazo sería necesario esperar a los datos de diciembre para hacer el cómputo anual de cada una.

 

COMPENSACIÓN

  

Asimismo, en un protocolo firmado en noviembre por los ministerios de Sanidad y Hacienda con la patronal de la industria farmacéutica en España, Farmaindustria, abrían la puerta también a una serie de compensaciones o incentivos por ambas partes, aún por definir, en caso de que el gasto en medicamentos no creciera al mismo ritmo del PIB.

  

Si se supera la tasa del crecimiento del PIB real de la economía española, se establecen «compensaciones monetarias» que serían distribuidas a las comunidades, mediante unos criterios que definiría una Comisión de Seguimiento que estará formada por representantes de ambos ministerios, la industria y las comunidades que se adhieran al protocolo.

  

Y si no se supera esta tasa pero sí los niveles de la tasa de referencia del crecimiento del PIB de medio plazo, se establecerían medidas compensatorias y correctoras en favor del SNS que no «supondrían una transferencia monetaria» pero sí interés para el sistema, tales como programas de seguimiento de pacientes polimedicados, mejora de la variabilidad en la prescripción o programas de adherencia al tratamiento, con el objetivo de racionalizar el uso del medicamento.

  

Del mismo modo, el protocolo también establece que «en el caso de que el crecimiento fuera inferior a la regla de gasto, la Comisión de Seguimiento podrá proponer incentivos en el marco del RDL 8/2010 en la forma que se establezca».


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