El Comité Federal del PSOE aprueba el acuerdo alcanzado con Ciudadanos y da vía libre a que lo intente con Podemos

El Comité Federal del PSOE ha dado luz verde este lunes al acuerdo alcanzado por el secretario general, Pedro Sánchez, con Ciudadanos y ha dado vía libre a que intente llegar a un pacto con Podemos y los otros partidos de izquierdas, un día antes de que comience el Pleno de investidura.

Según han informado fuentes socialistas, el acuerdo ha sido aprobado con dos votos en contra, de miembros de la corriente interna Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias y María José Sáez. El que fuera candidato a la Secretaría General ha criticado que Ciudadanos introduce «un sesgo neoliberal».

El máximo órgano del PSOE entre congresos ha ratificado así la opinión de la militancia, que el pasado sábado se mostró mayoritariamente a favor del acuerdo. Un 79% de los militantes votaron ‘sí’ en la consulta, en la que participaron el casi el 52% del censo.

La pregunta propuesta no mencionaba específicamente de Ciudadanos, por lo que puede entenderse como un aval a sus negociaciones, ya que hablaba de pactos cerrados –el de partido naranja– pero también ofrecidos a distintos los distintos partidos con los que se ha sentado a hablar.

«El PSOE ha alcanzado y propuesto acuerdos con distintas fuerzas políticas para apoyar la investidura de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno. ¿Respaldas estos acuerdos para conformar un gobierno progresista y reformista?», rezaba la consulta, a la que debían responder con un ‘sí’ o un ‘no’.

PEDRO SÁNCHEZ LO INTENTA POR LA IZQUIERDA

En su intervención ante los miembros del Comité, Sánchez ha defendido su acuerdo con el partido de Albert Rivera pero, además, ha presentado una oferta a los partidos de izquierdas –Podemos, En Comú Podem, En Marea, Compromís e IU-Unidad Popular– para que permitan que haya un gobierno de cambio.

Y después, sólo han tomado la palabra diez socialistas, lo que ha llevado a la reunión más corta del Comité Federal de los últimos meses. Entre ellos, no ha hablado ninguno de los presidentes autonómicos que han asistido al cónclave.

No han estado los presidentes de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ni Baleares, Francina Armengol. Por su parte, la presidenta de la Junta de Andalucía, ha llegado la última, aunque ha podido escuchar la parte final de la intervención de Sánchez. Y se ha marchado menos de una hora después, sin tomar la palabra.

Dentro, a puerta cerrada, han hablado los líderes socialistas en Cataluña, Miquel Iceta; País Vasco, Idoia Mendia; la Comunidad de Madrid, Sara Hernández; Castilla y León, Luis Tudanca; Murcia, Rafael González, y Navarra, María Chivite.

ICETA Y EL «ANTICATALANISMO» DE C’S

Iceta ha sido el primero en hablar y ha explicado que, a su juicio, la baja participación de los militantes del PSC en la consulta –sólo voto el 31,32% de los afiliados, veinte puntos que el total– en el origen de Ciudadanos como un partido basado en un «anticatalanismo casi primario». Además, ha recalcado que los socialistas catalanes quieren de manera muy mayoritaria que el acuerdo se amplíe a Podemos e Izquierda Unida.

También ha tomado la palabra el secretario general del PSOE en Jaén, Francisco Reyes, quien había anunciado que votaría ‘no’ en la consulta del sábado, debido al acuerdo con Ciudadanos para suprimir las diputaciones.

Según ha explicado en declaraciones a Europa Press, el también presidente de la Diputación jiennense ha defendido ante sus compañeros el papel de estas instituciones y ha subrayado que las malas prácticas «no son de las instituciones sino de las personas que están al frente».

Reyes, que ha subrayado que ha tomado la palabra a título individual, ha recalcado que sí es partidario de «modernizar y adaptar» las diputaciones, tal y como después Sánchez ha explicado que quiere hacer. De hecho, Pérez Tapias ha desvelado que el líder del PSOE ha admitido que él «no está de acuerdo» con la supresión de las diputaciones pero que Ciudadanos fue «muy tajante» con este asunto y que socialista lo admitió «para salvar el pacto».