Detenido por robar en un repetidor de telefonía móvil quedando a los vecinos sin servicio

La Guardia Civil ha detenido a una persona, varón de 40 años, vecino de Malpartida de Cáceres, como supuestos autor del robo con fuerza en las cosas de dos baterías instaladas en un repetidor de telefonía móvil situado en el término municipal de Garrovillas de Alconetar, hecho que generó gran alarma social entre la población por el corte del servicio telefónico.

La actuación ha sido llevada a cabo por el nuevo Equipo ROCA de la Guardia Civil de Cáceres, cuya misión general es la investigación de aquellos delitos que se lleven a cabo en el cabo y en particular en explotaciones agrícolas y ganaderas, así como la de inspecciones en chatarrerías y centros de recogida de productos hortofrutícolas.

En una de las inspecciones rutinarias en una chatarrería de  Cáceres, fueron encontradas dos baterías en buen estado, pertenecientes posiblemente a algún robo cometido en la zona, lo que hizo que los agentes abrieran una serie de investigaciones para averiguar la procedencia de las mismas.

Tras las investigaciones realizadas por los agentes, estas apuntan a un robo con fuerza en las cosas cometido en octubre de 2015, en el que fueron sustraídas las baterías de un repetidor de telefonía móvil, situado en el término municipal de Garrovillas de Alconetar, lo que generó un gran desorden público entre la población, ya que dejó a la misma sin posibilidad de conexión telefónica.

Continuando con la investigación, la Guardia Civil localizó a la persona que hizo entrega de las baterías en el chatarrería, varón de 40 años de edad, vecino de Malpartida de Cáceres y conocido por los agentes por su historial delictivo por robos con fuerza en las cosas, quién fue detenido días anteriores por el robo de un láser de obra, valorado en 500 €, procediéndose a su detención y entrega a la Autoridad Judicial como supuesto autor de un delito de robo con fuerza en las cosas y otro de desórdenes públicos.

Según representantes de la empresa propietaria, quienes reconocieron las baterías sustraídas, valoraron las mismas junto con los daños ocasionados en 6.000 €.