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Internet Extremadura instala una antena sobre el solar de la antigua fortaleza de Palumbario

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   Muchos vecinos de la villa jurdana de El Casar de Palomero refieren unánimemente que desconocen los motivos por los que el Ayuntamiento de su pueblo se atrevió a hincarle el diente a terrenos que secularmente habían sido de propiedad comunal y sacarlos a licitación pública. 

[Img #52906]Ocurrió en el año 1977.  Algunos afirman que dicho Ayuntamiento estaba entrampado y que, para no grabar al pueblo directamente, osaron echar mano de los terrenos comunales, lo cual desde todo punto suponía una ilegalidad, ya que no se trataban de bienes municipales o de propios sino de comunales blindados por la ley consuetudinaria.

 

Aquellos terrenos comunales subastados afectaban al monte denominado “Sierra Umbría”.  Al parecer, a la subasta acudieron un valenciano, un salmantino y el arquitecto cacereño Tomás Civantos Hernández.  También hablan de que formaron una pequeña sociedad tres pastores que habían sido del común, todos ellos de El Casar de Palomero, y decidieron presentarse a la licitación. Pero a última hora fueron convencidos para que no diesen ese paso.  Se celebró la subasta y se hizo con aquellos bienes comunales el arquitecto Tomás Civantos.  Las malas lenguas dicen que, debido a sus buenas relaciones con la Administración cacereña, gozaba de información privilegiada.  Refieren que el arquitecto ya tenía referencias que el pico de Altamira era una lugar idóneo para instalar diferentes antenas de telefonías móviles y de otro tipo, lo que podría rentar buenos dividendos a quienes fueran los dueños del terreno.

 

[Img #52904]EL CASTILLO

 

      En aquel pico de “Altamira”, que siempre se alzó altivo y dominante en la sierra de Santa Bárbara  y desde el que se dice que se divisan varios obispados y multitud de pueblos, fue escogido en pasados tiempos para levantar allí una fortaleza, que ha pasado a la tradición oral como el “Castillo de la Palumbaria”.  Todo indica, a juzgar por ciertas monedas, restos de tégulas y otras cerámicas, que este bastión podría tener un origen romano, donde se ubicaría un destacamento al ser un lugar de suma importancia estratégica.  Más tarde, se apunta a que los árabes lo remozaron y lo restauraron.  Cayó, finalmente, en manos cristianas, siendo una de las fortalezas que, situadas al sur del Sistema Central, sirvieron para consolidar la Reconquista y la consiguiente Repoblación.  Ya se cita con el nombre de “Palumbaria” en documentos del siglo XII.

 

El historiador Sebastián Caballero González, autor de varios libros sobre la zona y nacido en el pueblo cacereño de La Abadía, comenta que este castillo fue derribado en el mes de agosto de 1489, a instancias de Mayor Coello, que era a la sazón comendadora de Sancti Spíritus en la ciudad de Salamanca, influyendo también en ello una carta-orden extendida previamente por el duque de Alba.  No hay que olvidar que Casar de Palomero estuvo largo tiempo bajo los auspicios de dichas monjas de Sancti Spíritus, conocidas como Comendadoras o Caballeras.  Nos relata Sebastián Caballero que aquel castillo gozaba de torre del homenaje, barbacana, baluarte y una recia muralla que rodeaba todo su perímetro.

 

[Img #52905]DESCATALOGACIÓN

 

Una vez adquiridos los terrenos comunales por Tomás Civantos, no tardarían en iniciarse la instalación de antenas varias, alterando ostensiblemente un solar que albergaba numerosos restos arqueológicos.  Incluso es muy posible, a juzgar por determinados hallazgos, que el bastión romano fuera levantado sobre un castro de la Edad del Hierro.  Da la impresión que al dueño de los terrenos solo le interesaba de todas las hectáreas adquiridas el espacio donde podrían instalarse las antenas, ya que el resto permaneció baldío y, de una manera u otra, fue aprovechado por vecinos del Casar o de alguno de sus anejos.

 

Años después de la venta de los mentados bienes comunales, aparece un anuncio en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), de 17 de junio de 2005, comunicando la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura que se inicia la instrucción de un expediente para la descatalogación y exclusión del catálogo de los Montes de Utilidad Pública de Cáceres del monte denominado “Sierra Umbría” (Nº 1 del CUP situado en el término municipal de Casar de Palomero).  Se dan 20 días de plazo para examinar el expediente y formular las pertinentes alegaciones, acudiendo, claro está, a las oficinas en Mérida.  Hemos oído de ciertos casareños (o “judíuh”, como comarcalmente se conoce a los habitantes de ese concejo) que su paisano Aquilino Martín Talaván, que fue alcalde por los años 80 del pasado siglo, redactó un escrito en el que se reclamaban esos terrenos comunales, ilegalmente sacados a subasta y vendidos por 800.000 pesetas de los años setenta a un señor particular. No obstante, la Administración se acogió al silencio administrativo y nada se volvió a saber sobre aquellas reclamaciones.  Como se ve, la opacidad y el actuar a espaldas del pueblo volvió a ser la tónica de ciertas administraciones públicas.

 

No se entiende, por otro lado, que la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura iniciara en el año 2005 un expediente de descatalogación sin atender a la reclamación municipal, que de haberla tenido en cuenta habría acarreado una investigación en profundidad, sacando a la luz la venta ilegal de parte de los terrenos comunales cuyos únicos dueños eran y son los vecinos de Casar de Palomero.

 

[Img #52903]

 

Recientemente, la empresa Internet Extremadura acaba de colocar otra antena en el pico de “Altamira”, lo cual ha suscitado numerosas críticas entre los vecinos de la referida villa jurdana.  Hay muchas quejas sobre la destrucción continua de un espacio que debería estar protegido, a tenor de los importantes vestigios arqueológicos que alberga.  Igualmente, se habla de la contaminación electromagnética a la que está sometido el pueblo y al ofensivo impacto ambiental que supone todo ese cambalache de antenas en la sierra más emblemática del término municipal.  En esta ocasión, se quejan de que la nueva antena ha conllevado la colmatación con escombros y otros ripios del aljibe de la antigua fortaleza.  Según parece, el SEPRONA ya está sobre el asunto y, como es lógico, los vecinos claman porque se pidan responsabilidades.

     


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