La verdad es que suena más exótico el decir “Panta rei”, en griego, sobre todo ahora que nos estamos acostumbrando a que cualquier frase, sobre todo si tiene intención política o comercial, lleve injertada una parrafada en inglés, con lo que estamos degradando nuestro lenguaje, e incluso nuestra identidad como españoles, a unos niveles que no comparten en igual medida nuestros vecinos. Leía hace poco que de los europeos, los españoles seríamos los menos convencidos para defender nuestra nación frente a las agresiones exteriores. Quizás, en esto del lenguaje y nuestra identidad, tengan mucho que ver las políticas que se han llevado hasta ahora, que han favorecido tendencias secesionistas y la difuminación de nuestra identidad como nación, algo no asumido por las naciones de nuestro entorno, como Francia, Alemania o el Reino Unido, que no se permiten bromas con la utilización oficial de su lengua común, ni mucho menos con su integridad territorial.
Pero la frase que encabeza el artículo, quería traer a colación la importancia de una materia, la filosofía, de la que parece hay un interés general, en sepultar. Doy por hecho que el 85% como mínimo de los españoles, desconoce quién era Heráclito, del s. VI-V a. C. de Éfeso, en la actual Turkía, que nos hizo reflexionar, sobre la fragilidad de las cosas y de las personas. “Todo pasa”, por lo cual, no podemos saber cosa alguna con una mínima certeza. Pero es que parece, que hay una intencionalidad manifiesta de que este número de ignorantes, se eleve al 95%. “El Daily Mail informó que filósofos como Platón, Descartes, Immanuel Kant o Bertrand Russell, podrían ser retirados de los planes de estudios de una universidad, Oxford, en Reino Unido”.
Parece algo anecdótico, que surge en algún lejano lugar, fuera de nuestras fronteras y con una cultura ajena a la mediterránea. Pero no hay que ir muy lejos, para ver intencionalidades semejantes: “El rectorado de la Complutense prepara un plan de reorganización de sus centros, que supone el cierre de la facultad donde se enseña a Platón, Kant y Nietzsche”. O sea, sin tantos circunloquios, la Facultad de Filosofía.
Pero, ¿por qué ?
Un anuncio en televisión publicitando libros de filósofos, parecería dar la impresión que estos temas interesan al gran público. Pero no debe ser así. En Francia, van a suprimir, en la enseñanza, las dos hora de filosofía, de los planes de estudio, para sustituirlas por la enseñanza de una segunda lengua, que curiosamente ha sido el español la más solicitada, lo que ha originado una petición, de 1000 profesores más de los que hay, para enseñarlo, ya que ha sido demandado por cerca de tres millones de estudiantes ( y en Cataluña intentando su extinción en la vida pública, mediante la inmersión).
La respuesta a esta cuestión, está en la misma pregunta ¿Por qué? Los filósofos son los maestros del “por qué”. Y eso requiere reflexión, algo que no interesa. La sociedad actual está bombardeada por eslóganes (no por ideas y propuestas), un eslogan no da lugar a la reflexión, es lo más cercano a un dogma, no admite discusión. Y la profusión de estos “impactos” como se dice en publicidad, no permite tregua para su análisis. Los poderes, siempre han visto con malos ojos, el que la gente cuestione las cosas, se pregunte. Antiguamente asociaban a los intelectuales al poder, no para ser asesorados por ellos, sino para evitar que pusieran en duda ciertos comportamientos, y los que no consentían en hacerlo, eran perseguidos o denigrados. Hoy son las redes sociales y los medios, los que son utilizados por los partidos, que constituyen en estos momentos el poder. No les interesa, por lo tanto, tener unos ciudadanos que cuestionen ciertas ideas o decisiones, mejor, que estudien matemáticas en donde dos y dos, siempre serán cuatro, a que haya alguien que, incluso, ante esta aparente evidencia, incontestable, pregunte. ¿Y por qué?
