El pasado 22 de agosto, la Guardia Civil procedió a la interceptación de una furgoneta conducida por un vecino de la localidad de Villafranco del Guadiana, cargada con 810 kilogramos de tabaco en hoja divido en 16 fardos, de los que no aportó «ningún tipo de documentación que acreditara la procedencia y el destino», y que iba a ser distribuido de forma clandestina en la ciudad de Badajoz.
En esa actuación, los agentes procedieron a la incautación del genero e investigación del conductor de la furgoneta como presunto autor de un supuesto delito contra la ley de contrabando, tras ser valorado dicho genero en 56.700 euros, según informa la Guardia Civil en nota de prensa.
La siguiente actuación fue el 4 de octubre, cuando la Guardia Civil intercepta un vehículo monovolumen cargado con 340 kilogramos de hoja de tabaco dividido en ocho fardos y conducido por un vecino de Mérida, quien «tampoco aportaba documentación alguna del genero que transportaba», cuyo destino era la localidad de Mérida «supuestamente para la venta al público por Internet sin ningún control sanitario en el mercado clandestino y valorado en unos 23.800 euros.
Los agentes procedieron también a la detención de este hombre por un supuesto delito contra la ley de contrabando.
Ya el 19 de octubre, la Guardia Civil procedió a la incautación de 518 kilogramos de hoja de tabaco valorado en unos 36.260 euros, en diferentes formatos de embalajes, como cajas de cartón y bolsas, una bascula y varias tablillas de empaquetar fardos en un secadero de la localidad de Barquilla de Pinares- Talayuela, embargado por una entidad financiera.
Desde este recinto eran distribuidos en cajas de unos de 10 kilogramos para la venta por Internet por un vecino de la localidad de Navalmoral de la Mata, que fue investigado por un supuesto delito contra la ley de contrabando que no acreditaba la procedencia, y el destino no eran ninguna empresa transformación sino el mercado clandestino.
Tras las investigaciones realizadas por los agentes, se procedió a la investigación de un agricultor de tabaco de la zona por el mismo delito, ya que era el proveedor del género.
El día 25 de octubre, la Guardia Civil interceptó una furgoneta que transportaba 840 kilogramos de tabaco en hoja valorado en 58.800 euros, que era conducido por un vecino de la localidad de Noblejas (Toledo) y que tenía como destino su venta al consumidor, por lo que fue detenido como supuesto autor de un delito contra la ley de contrabando de tabaco.
DOS VEHÍCULOS PORTUGUESES
El día 28 de noviembre, la Guardia Civil detecta dos vehículos con placas de matrículas portuguesas que circulaban a gran velocidad por la carretera A-EX1 con dirección a Portugal, y que fueron interceptados antes de cruzar la frontera.
Uno de estos vehículos era una furgoneta de gran tamaño, conducida por un ciudadano portugués, con 2.200 kilos de hoja de tabaco seca distribuidas en 13 cajas de gran tamaño valorado en 355.200 euros y otro turismo de alta gama, conducido por otro ciudadano portugués y acompañado de una ciudadana portuguesa, vecinos de Villa nova de Gaia (Portugal), que servía de lanzadera para «poder evadir los controles policiales».
Tras verificar que dicho genero no era para el mercado lícito ya que carecía de documentación y cuyo destino final era el mercado clandestino en Portugal, los agentes observaron que portaban 11.200 euros, que intentaron ocultar a los agentes de la Guardia Civil.
Tanto los vehículos, como el tabaco y el dinero quedaron intervenidos a disposición judicial, y los tres ciudadanos portugueses fueron detenidos por un supuesto delito de organización criminal, ya que trabajaban de forma organizada, con cometidos específicos y totalmente jerarquizados en la actividad ilícita, así como por un delito de contrabando de tabaco y otro contra la seguridad colectiva a uno de los conductores, por carecer de autorización administrativa para la conducción de vehículos a motor.
Ante esta actuación, la Guardia Civil alerta de que esta desviación ilegal de hoja de tacaco con destino al consumo humano y vendido bajo la etiqueta de «tabaco en hoja, más sano y natural», carece de cualquier tipo de control sanitario y de calidad exigido al resto de alcaloides, por lo que sus compradores pueden incrementar los riesgos existentes en su consumo.
Así, la Guardia Civil ha advertido de que va a seguir «vigilando muy de cerca la no comisión de este tipo de delitos», con el objetivo de evitar que este tipo de tabaco llegue al consumidor, al tratarse de «un producto carente de todo tipo de controles y con grave perjuicio para la salud, al poder contener productos químicos muy peligrosos».
Cáceres, 11 de diciembre de 2017
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