“Reforma del subsidio por desempleo: Beneficios y desventajas”
La nueva norma mejora en términos generales la cuantía y el acceso para los nuevos beneficiarios. Sin embargo, casi la mitad de este colectivo, los mayores de 52 años, no disfrutarán de la subida económica que trae la nueva norma. Además de no elevarles la prestación, se les recorta la actual cotización que tienen, lo que supondrá un recorte para su futura pensión.
Además, la ayuda se reduce significativamente cuando se compatibiliza con un empleo, a pesar de las declaraciones previas de la vicepresidenta, Yolanda Díaz, que indicaban lo contrario.
Actualmente, cerca de un millón de desempleados están cobrando esta ayuda. El colectivo más importante, casi la mitad, está formado por los mayores de 52 años. También se incluyen más de 156.000 trabajadores eventuales del campo de Andalucía y Murcia, y casi 100.000 que reciben una Renta Activa de Inserción (RAI).
La reforma del subsidio incorpora a tres colectivos que estaban excluidos de estas ayudas: los menores de 45 años sin cargas familiares, los eventuales agrarios residentes fuera de Andalucía y Extremadura, y los trabajadores transfronterizos que acuden cada día a trabajar a Ceuta y Melilla.
La cuantía por desempleo seguirá vinculada al IPREM, aunque ascenderá del 80% de este indicador hasta el 95% durante los primeros seis meses. Los seis meses posteriores se reduce al 90% del IPREM, mientras que el periodo de tiempo restante se mantendrá en el 80% del IPREM. Sin embargo, estas cuantías se actualizarán previsiblemente el año que viene con el nuevo IPREM.
Con la reforma, se elimina el mes que se exigía de espera tras agotar la prestación contributiva para poder solicitarla y, además, ahora se pagará desde el mismo día en que se pida.
La duración de esta ayuda se mantiene tal cual estaba y depende de distintas circunstancias, como la edad, las circunstancias familiares y la duración de la prestación agotada. Lo habitual son seis meses pero hay un máximo de 30 meses para diversos supuestos. Además, los mayores de 52 años pueden mantener esta prestación hasta su jubilación.
En resumen, aunque la reforma trae mejoras significativas para algunos colectivos, los mayores de 52 años, que constituyen una gran parte de los beneficiarios actuales, se ven perjudicados. A pesar de las afirmaciones de la vicepresidenta Díaz, la ayuda se reduce cuando se compatibiliza con un empleo, lo que puede tener un impacto significativo en este grupo vulnerable.
