Santa Maria
Comparte en redes sociales

Estimados compatriotas: La vida es un tobogán y esto va que vuela. Acabaremos, con nuestros antepasados, en el cerro de Santa María. Y mientras, comamos, bebamos, cantemos y folguemos, que mañana…nuestras vidas son los ríos, que van a dar a la mar. El río, nuestro río Tajo, ese que miramos tantas veces; aquel que, antaño, iba camino de Alcántara, Portugal y la mar atlántica. Ya hemos escrito muchas veces de aquel paraíso fluvial que inexorablemente se llevó el progreso. Si queréis recordar cómo era, Gabino y servidor lo contamos, con creces, en el libro sobre el pueblo que publicamos hace unos años.  En fin…

Apenas ha empezado junio y ya está apretando el calor. Veranitos en mi pueblo quisiera yo. La casa paterna con sus altas bóvedas, sus pasillos frescos y los gatos maullando en el corral. Anocheceres de encanto en la esquina del viejo “Casino”, de parloteo y cháchara con los paisanos amigos entrañables “ …y la noche cae al alma con al pasto el rocío”, emulando a Neruda, que decía versos donde yo digo noche, con todos los respetos.

Por la calleja de la Villa bajaban Miguel Salgado y Rosendo Montero con la manta al hombro a dormir en las eras. Lo de dormir sería un decir porque, entre bromas y veras,  con las estrellas en el cielo y el coro de grillos a ver quién dormía.

Tampoco está el patio para festejos veraniegos. No hay que bajar la guardia ni un instante, por muchas ganas que tengamos de furriona y jolgorio. No olvidéis, amigos compatriotas, que el enemigo está al acecho y que, como vea ocasión propicia, saltará a por los más débiles. Toda precaución será poca.

Feliz solsticio de verano y noche mágica de San Juan. SCM.


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *