«Cáceres pierde con él una prodigiosa voz que rezaba cantando. A todos sus familiares y amigos les enviamos nuestro abrazo y nuestro más sincero pésame. Que Jesús Nazareno abra para él las puertas del cielo», señala la Hermandad del Nazareno en su perfil de Facebook.
Así se puede resumir el sentir de los cacereños ante la pérdida de un cantaor flamenco de enorme categoría como ha sido Juan López Corrales, apodado El Borrasca, fiel reflejo de lo que fue su tránsito por la vida, un tipo muy singular con una voz extraordinaria, un torrente de sentimientos y un saetero de gran calidad, un profesional que se entregaba en cuerpo y alma transmitiendo pasión en todo lo que interpretaba.
El Borrasca tuvo una vida fecunda en acontecimientos mediante su trabajo, habiendo regentado lugares emblemáticos como ‘Las mil y una noches’, ‘El Gallo’, ‘La Cañada’ o el ‘Cuarto los Cabales’, en donde se sucedían los conciertos y las fiestas, principalmente en torno al Flamenco y donde se creaba un ambiente de disfrute general con enorme éxito bajo su tutela.
Creador, junto a otros apasionados del flamenco, de la peña José Mercé, de quien era muy amigo, cantaor muy vinculado a la ciudad de Cáceres por tal motivo, Juan López Corrales concitaba el interés de todos los fieles y asistentes en la Semana Santa, ya que su voz brillaba en calles, plazas y rincones del recinto amurallado y se elevaba a los cielos al paso de » su Jesús el Nazareno «, entre otras imágenes señeras, y en los últimos tiempos, hasta que ya no pudo asistir más, en la Plaza de Santa María frente al Cristo Negro.
Una grave y larga enfermedad ha podido con Juan López Corrales pero su carisma y su voz permanecerán en el corazón y en el recuerdo de flamencos y cofrades, y de quienes le conocimos y estimamos, habiendo dejado la estela del arte en su hijo, el extraordinario guitarrista Perico de la Paula.
